Más propicia no podía ser para Cuba la décima jornada de la Olimpiada de Ajedrez con sede en Estambul, Turquía. Ellas vencieron 3.5-0.5 a Suiza, y ellos empataron su dual meet con la potente formación de la India. Justo lo mejor que, a mi juicio, podía sucedernos.
Más claro ni el agua: a las chicas les hacía falta un éxito, de ser posible, arrollador. Marchaban muy retrasadas en la tabla -escaño 37-, y debían remontar posiciones de cara a la ronda decisiva, que se celebrará el domingo.
Y eso fue lo que hicieron. A diferencia de ocasiones anteriores -donde se mostraron patéticamente perdonavidas-, las pupilas de Walter Arencibia “cobraron” lo que les correspondía: esto es, Lisandra Ordaz, Oleiny Linares y Maritza Arribas dispusieron sin problemas de rivales inferiores, lo cual dejó sin (momentáneo) efecto la igualada de Lisandra Llaudy en el cuarto tablero.
Paradójicamente, a los hombres les valía más el empate que el triunfo, y lo lograron. Me explico: de ganar, los dirigidos por Reinaldo Vera tendrían que cerrar el torneo contra un elenco de máximo nivel, enfrentamiento que podría costarles muy caro en la tabla final de posiciones. En cambio, el abrazo en el score les mantendrá en un buen escaño, pero seguramente su último adversario no será de envergadura máxima.
¿Qué pasó en pulseada con la India? Algo de esto lo había conversado ayer con mi amigo Romelio Milián, una enciclopedia viviente del llamado Juego Ciencia. Le dije: “Estamos condenados a muerte en las mesas ‘de abajo’, de manera que si queremos equilibrar el marcador, hará mucha falta el empujón de los dos ‘duros’. Y sé que pueden, a pesar de la categoría de sus contrarios”.
Pocas veces como ahora me he alegrado tanto de acertar. Después de los esperados reveses de Yuniesky Quesada (2626) y Yusnel Bacallao (2583), Leinier (2725) y Bruzón (2711) ‘se pusieron contra el tráfico’ y les bajaron los humos a los compatriotas del gran Vishy Anand en un par de cotejos vibrantes.
Vayamos paso a paso. Quesada cedió con piezas negras ante el jovencito Parimarjan Negi (2664) en la variante Paulsen de la Siciliana. El criollo había manejado la partida con dedos de prestidigitador hasta que en el lance 23, en franca ventaja posicional, tomó un caballo envenenado en “h7″ y cedió la superioridad. Después, alguna que otra inexactitud acabó por rematarlo.
Por su parte, Bacallao llevó trebejos claros versus Abhijeet Gupta (2637), que optó por la Grünfeld e iba en busca del éxito hasta que cometió un blunder (40…Tb4) con el que regalaba la torre. Sin embargo, el cubano rindió su monarca después de la pifia adversaria. Desconozco el porqué, pues de acuerdo con el sitio oficial del certamen, aún le restaba tiempo en el cronómetro.
Lo cierto es que el match estaba 0-2 y Cuba requería par de éxitos, nada más y nada menos que a costa de Krishnan Sasikiran (2707) y Pentala Harikrishna (2685), ajedrecistas de probada clase y experiencia por arrobas. ¿Misión imposible? Nada de eso.
Primero festejó Bruzón, que apostó por la Inglesa y supo imponer la superioridad con que llegó a la instancia decisiva. Y al poco rato, Leinier cerró el círculo tras echar mano de la India de Rey y una técnica exquisita para promover su peón pasado en la columna “a”.
Este domingo, en la última fecha competitiva de la Olimpiada de Ajedrez con sede en Estambul, Turquía, Cuba tendrá dos oponentes asequibles que podrían catapultar a nuestros dos seleccionados hasta las posiciones de privilegio del certamen.
Lo dicho: a la cuarteta varonil le venía de maravillas el abrazo a dos puntos con la India. Ello no la elevó demasiado en la clasificación general, y por ende el próximo y definitivo contrincante será la modesta Eslovenia, un equipo con 2589 puntos de ELO promedio (el nuestro es de 2661).
Las mejores figuras de ese elenco son Luka Lenic (2640) y el veteranísimo Alexander Beliavsky (2609), quien hace tiempo vio pasar sus años de esplendor. Lenic no ha ganado ni perdido en el evento, y Beliavsky apenas suma cinco rayas de nueve posibles.
En cuanto a las muchachas, se las verán contra Colombia, agrupación integrada básicamente por Maestras FIDE con coeficientes muy inferiores a los de las antillanas. Eso sí, ojo con su cuarto tablero, Melissa Castrilló, que acumula siete unidades de ocho posibles.
De momento, los hombres ocupan el peldaño 18, y las féminas, el 22. Así pues, sendos triunfos en la ronda del adiós nos podrían otorgar ubicaciones muy próximas al décimo lugar.
En el orden individual, Leinier es noveno en el tablero 1, y Bruzón anda quinto en el 2. El tunero, además, es el segundo trebejista que más puntos ha aportado a su país, con ocho, aventajado solamente por el checo David Navara (8,5).
Mientras, Cuba ancla décimoquinta en la carrera por el trofeo Gaprindashvili, que incluye las faenas en ambos torneos.
Ahora mismo, China, Armenia y Rusia -por ese orden- batallan por el sitial de honor en la justa Abierta, al tiempo que chinas y rusas mandan en la Femenina.
Felicidades, me dan mucha alegría este tipo de resultados.