Gana Mijaín López al estonio Heiki Nabi por 2-0. El cubano se corona campeón olímpico en Lucha Grecorromana. Cuba escala al lugar 14 en el medallero de Londres 2012, con tres de oro, 2 de plata y 1 de bronce.
La trama concluyó. Todo era cuestión de tiempo para que Mijaín López reeditara su título olímpico. Venció sin sudar y sin que Pedro Val –su entrenador- se alterara.
El estonio Heiki Nabi solo fue el actor secundario de una novela que por desgracia, debido al capricho de los organizadores, brindó su clímax en el capítulo adelantado.
Ganó nuevamente y demostró por qué es uno de los mejores gladiadores de la historia.
Convenció –y de qué manera- a sus seguidores, eliminando las vagas dudas que existieran sobre su forma, o sobre su hasta ahora intocable hegemonía.
Toda Cuba debe estar orgullosa –ahora, cuando los sueños nuevamente se cumplen- de su gran campeón. Con su medalla de oro se superan las obtenidas hace cuatro años.
Entra a la historia junto a Filiberto Azcuy como los únicos luchadores cubanos con dos títulos en citas estivales. Habrá que ver si puede llegar a Río 2016. Un atleta imponente, de una consistencia que escasea, y de una amplísima sonrisa que ya no se ve.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.