El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reafirmó este sábado que los líderes del G8 reunidos en Camp David, se comprometieron a mantener duras sanciones económicas contra Irán hasta que renuncie a su programa de investigaciones nucleares.
Durante la segunda jornada de la XXXVIII Cumbre del G8, que reúne a los representantes de los países más industrializados del planeta, Obama acusó a Teherán de violar las reglas y normas internacionales en cuanto al uso de la energía nuclear.
A pesar de las reiteradas afirmaciones de la República Islámica de Irán de que su programa atómico es de uso pacífico, el mandatario norteamericano insiste en afirmar que el país persa no termina de convencer a la comunidad internacional de que no está llevando a cabo la militarización de la energía nuclear.
Representantes de Estados Unidos, junto con el Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China, se reunirán con los líderes iraníes en Bagdad el miércoles próximo, para celebrar la última ronda de negociaciones en un intento por encontrar una solución.
Los representantes de los países miembros del G8 también pusieron sobre la mesa la actual crisis de la deuda europea, un tema que se discutirá con mayor profundidad durante la sesión de este sábado.
Refiriéndose al tema, Obama confirmó que el G8 acordó que el crecimiento y la estabilidad, así como la consolidación fiscal, deben ser parte de un paquete global que todos los países miembros deben trabajar.
La crisis mediática creada en Siria fue tema de discusión y los líderes del G8 apoyaron el plan de paz de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que encabeza el ex secretario general Kofi Annan, a pesar de que éste, reconoció recientemente que la iniciativa no logra apaciguar la violencia de los grupos extremistas.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.