Cuba denunció este martes una operación financiada por el gobierno de Estados Unidos el pasado mes de marzo con el propósito de crear desórdenes internos en el país durante la visita del papa Benedicto XVI a la isla.
De acuerdo con un programa especial transmitido por la Televisión Cubana, días antes de la visita del Papa el denominado Directorio Democrático Cubano, organización pantalla de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), orientó el reclutamiento de ocho jóvenes mexicanos para viajar al país caribeño y promover actos subversivos.
Entre el 17 y el 24 de marzo, precisó el material, las autoridades cubanas detuvieron a cuatro de esos ciudadanos, los cuales habían sido reclutados por Miguel Ángel Pateyro, quien ha realizado actividades para apoyar a contrarrevolucionarios internos y ha viajado a Cuba en dos ocasiones. Pateyro responde a las órdenes de René Bolio, exsenador suplente del mexicano Partido de Acción Nacional y colaborador de esa formación política que desde 1999 ha participado en acciones contra la isla coordinadas con organizaciones anticubanas en Miami, como el mencionado Directorio y la Fundación Nacional Cubano Americana.
En entrevista televisiva, los cuatro jóvenes detenidos -pues los otros cuatro abandonaron la nación antillana luego de ejecutar sus actividades-, difundieron detalles de las acciones previstas para realizar en territorio cubano.
Luis Antonio Nequiz, uno de los ciudadanos mexicanos, manifestó que le costearon su viaje a Cuba con el objetivo de que se dedicara a trazar rutas de las zonas por las que transitaba más cantidad de personas y poder distribuir volantes.
Primero nos mostraron un video de preparación para venir a este país y luego nos presentaron a dos miembros del Directorio Democrático Cubano que venían de Miami, explicó Moisés Torres, otro de los detenidos.
Esas personas les comunicaron que entre sus objetivos estaban aprovechar la cobertura mediática de la visita del Papa para incitar al pueblo a protestar en las calles y tomar iglesias, distribuir volantes y crear desórdenes durante las actividades vinculadas con la estancia de Su Santidad.
También les entregaron un grupo de documentos dirigidos a miembros de la disidencia, los cuales, en caso de no poder llegar a sus destinatarios, debían ser destruidos, a la vez que se les reiteró la importancia de comportarse como simples turistas y tratar de pasar inadvertidos para las autoridades.
Según el material, aunque los cuatro jóvenes fueron deportados, esta no era la única vía a través de la cual llegaban las instrucciones de Miami, pues tuvieron actitudes similares organizaciones como el llamado Partido Republicano de Cuba, el cual orientó la utilización de iglesias para sus provocaciones.
Igualmente fue difundida una conversación telefónica entre Ibrahim Bosch, miembro del citado partido radicado en Miami, y el contrarrevolucionario Vladimir Calderón, en la cual precisaban detalles de pagos por las acciones subversivas a desarrollar en la isla.
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