El Papa Benedicto XVI recibió este lunes una cálida acogida en Santiago de Cuba, donde cumplió una amplia agenda en el inicio de su visita apostólica de tres días a la isla.
Desde su llegada en horas de la tarde al Aeropuerto Internacional Antonio Maceo hasta la celebración de una misa en la Plaza de la Revolución homónima, miles de santiagueros y de personas procedentes de otras partes del país dieron muestras de cariño y respeto al Sumo Pontífice.
En la terminal aérea, el jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano fue recibido con honores propios de su investidura por el presidente Raúl Castro, quien le dio la bienvenida y le brindó una panorámica del escenario cubano actual.
«Encontrará aquí a un pueblo solidario e instruido que se ha propuesto alcanzar toda la justicia y ha hecho grandes sacrificios», apuntó el mandatario anfitrión.
Raúl Castro explicó a Su Santidad la resistencia de Cuba ante el bloqueo económico, político y mediático impuesto a la isla por la potencia más poderosa que ha conocido la Historia (Estados Unidos).
También mencionó en su intervención de bienvenida el empeño en mantener la solidaridad internacional practicada por Cuba durante décadas, colaboración expresada en sectores como la salud y la educación.
Por su parte, Benedicto XVI agradeció la acogida y llamó desde aquí a cambiar la orientación moral del mundo para superar la crisis existente.
No se puede vivir por mas tiempo en la misma dirección cultural o moral, que ha causado la dolorosa situación que tantos experimentan, señaló.
En ese sentido, expresó su convicción de que Cuba mira al mañana y se esfuerza por renovar y ensanchar sus horizontes, apoyada en un «inmenso patrimonio de valores espirituales y morales, que han ido confirmando su identidad más genuina».
Después del recibimiento oficial, el Sumo Pontífice se dirigió al Arzobispado de Santiago de Cuba, trayecto de ocho kilómetros en el cual estuvo acompañado por miles de personas que le transmitieron sus simpatías por la visita, la segunda a este país de un Santo Padre, después de la realizada en 1998 por Juan Pablo II.
Entrada la tarde de este lunes, Benedicto XVI ofició una misa en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, donde participaron más de 200 mil creyentes y no creyentes.
Durante la eucaristía -a la que acudió Raúl Castro- el Obispo de Roma destacó los esfuerzos de los cubanos en la preparación de este viaje apostólico, al que calificó de deseado.
Además, resaltó el valor de la familia como célula de la sociedad.
Antes de la celebración de la liturgia, el jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano realizó un recorrido en auto panorámico por la Plaza de la Revolución para saludar a los presentes.
Una vez concluida la misa, entregó la Rosa de Oro a la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre.
El Papa continuará mañana su visita pastoral a la isla, enmarcada en el Año Jubilar por el 400 aniversario del hallazgo de la imagen de la Virgen, considerada por los católicos la patrona de Cuba.
Benedicto XVI llegó aquí procedente de México en su gira apostólica número 23, la segunda a Latinoamérica después de la realizada en Brasil hace un lustro.
no se han encontrado imágenes
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.