El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ratificó en Lima sus cuestionamientos al modelo privado de la prensa y defendió su política exterior que prioriza la unidad latinoamericana sobre las imposiciones externas.
En una amplia entrevista concedida en su reciente visita a Perú y publicada por el diario La República, Correa ratificó sus duras críticas a las empresas privadas que manejan los medios de comunicación y aclaró que no se refiere al trabajo de los periodistas.
«No nos engañemos, la prensa peruana, la prensa ecuatoriana, la prensa latinoamericana, es de una calidad terrible, con las excepciones del caso», sentenció, a tiempo de señalar que la información es un derecho.
Dijo estar de acuerdo en que sobre ese derecho se basan las libertades y la democracia pero cuestionó que estén en manos privadas cosas tan importantes para la democracia y la sociedad, algo que es necesario cuestionar, analizar y reflexionar.
«Tenemos un problema grave, tenemos una prensa de muy mala calidad, con injerencia en política, que se acostumbró a ser juez, a legislar y a gobernar. Y cuando los gobiernos no se someten a esa dictadura, vienen el linchamiento mediático, las mentiras y la manipulación», apuntó.
Añadió que «eso no es libertad de prensa; eso es libertad de extorsión».
Para Correa, la comunicación es tan fundamental como la justicia y, como esta, no puede ser administrada por empresas privadas.
Defendió de otro lado su decisión de negarse a asistir a la llamada Cumbre de las Américas por la exclusión de Cuba, que significaba el ejercicio de una doble moral, y subrayó que al final la cita reconoció su posición, porque decidió que no habrá otra cumbre de ese nivel sin Cuba.
El mandatario ecuatoriano agregó que su gobierno prioriza las instancias regionales sobre la Organización de Estados Americanos (OEA), a la que reprochó no haber hecho nada contra el golpe de Estado de 2009 en Honduras, bajo el enorme peso hegemónico de Estados Unidos
«Es muy difícil reestructurar la OEA desde adentro. Se debe hacer algo nuevo, mejor y nuestro. Y ese es el la Comunidad de Estados Americanos y el Caribe (Celac)», sentenció.
Se abstuvo de otro lado de profundizar en el rechazo de Colombia al fallo de la Corte de La Haya sobre su litigio con Nicaragua y dijo que el tema es muy difícil, aunque apuntó que «se podría sentar un precedente, difícil, duro», en momentos en que Chile y Perú tienen un diferendo en el mismo tribunal
Consideró sin embargo que «en buena hora que los conflictos en la región ya no se resuelvan por la fuerza, como sucedía antes, sino acudiendo a instancias internacionales».
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.