El presidente Barack Obama y el eventual candidato republicano cortejan a la población hispana de Estados Unidos, pero con la mira puesta en las urnas el 6 de noviembre.
Ello ocurre cuando el tema migratorio se posiciona en el debate político nacional, a poco menos de seis meses de los comicios generales, comentó este miércoles la edición digital vespertina del diario The Washington Post.
Ambos candidatos planean dirigir mensajes durante la Conferencia Anual de la Asociación Nacional de Latinos (ANL), que sesionará durante tres días en Orlando, Florida, a partir del viernes.
El llamado Estado del Sol posee un importante peso electoral para los comicios y su territorio acoge a una gran población hispana.
Obama efectuará un discurso en la cita justo una semana después de anunciar desde la Casa Blanca una normativa para otorgar estatus legal temporal a 800 mil jóvenes inmigrantes indocumentados que fueron traídos a Estados Unidos cuando eran niños.
Un sondeo de la agencia Bloomberg, precisó que tras el anuncio el 64 por ciento de los votantes respalda la política migratoria del gobernante, con 86 por ciento de apoyo entre los demócratas y 66 por ciento de los independientes e indecisos.
La propuesta del Ejecutivo parece competir con una iniciativa presentada al mismo tiempo en el Congreso por el senador republicano por Florida Marco Rubio, quien igualmente propuso un sistema de visas para jóvenes latinos que llegaron ilegalmente a este país.
El exgobernador de Massachussets tampoco perderá la oportunidad de dirigirse a los asistentes al cónclave en el sureño y confirmó su asistencia.
Su campaña elabora estrategias agresivas para atraer a los hispanos, pues los potenciales votantes de la principal minoría étnica del país se han inclinado hacia el bando demócrata en las más recientes elecciones, refirió el rotativo.
Hasta el momento Obama ha gastado más dinero en anuncios publicitarios dirigidos a los latinos que el aspirante de confesión mormona, recordó la publicación.
La Corte Suprema de Justicia está próxima a presentar un fallo respecto a la controversial ley de Arizona, legislación que criminaliza a los inmigrantes, otorga poderes a la policía para detener a sospechosos de ser inmigrantes ilegales y permitir su expulsión del territorio nacional.
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