Los comicios presidenciales del pasado 6 de noviembre colocaron a Barack Obama por otros cuatro años en la Casa Blanca.
Miles de diarios en el mundo titularon sus portadas con la victoria de Barack Obama, el primer afroamericano que comanda la oficina oval desde que las Trece Colonias, hace más de doscientos años, implantaron un sistema político que, a tenor de los cambios a lo largo de la historia, despierta hoy más que nunca la curiosidad del mundo.
Durante las elecciones estadounidenses quedan escogidos más de medio millón de funcionarios; desde las juntas directivas de las escuelas, hasta el Senado, la Cámara de Representantes, el presidente, así como su segundo.
El plato en cada entrega conlleva más exquisitez, aunque la receta peque de sencilla; ingrediente principal: dinero en grandes cantidades. Todo el capital que logren reunir el partido y su candidato condimentará en gran medida el resultado.
En las más recientes campañas de los partidos demócrata y republicano, los pronósticos calculan unos 6000 millones de dólares, cifra que convierte a estos comicios en los más caros de la historia, con 700 millones más que los del 2008. Pero, ¿hasta dónde puede llegar?
Cada nueva convocatoria rompe récord y sobran los ejemplos ilustrativos. Hasta el mes de septiembre los gastos en propaganda electoral anduvieron por los 19 millones semanales, número en ascenso para finales de octubre, cuando alcanzó los 70 millones, con un aproximado de 1,1 millón de comerciales difundidos, 40 por ciento más que en las elecciones del 2008.
Los eventos para la recaudación de fondos forman parte de la agenda de las campañas. Celebraciones que buscan la “buena fe” de magnates como Sheldon Adelson, dueño de varios casinos en Las Vegas, quien donó más de 60 millones de dólares a manos republicanas. Ahora, ¿los ofrece voluntariamente?
Las redes sociales Twitter y Facebook, las más populares de Internet, le dieron presión a la mezcla. Estas elecciones presidenciales clasifican como el evento político más mencionado online, alrededor de 20 millones de veces.
A pesar de que decenas de personas dedican total esfuerzo por muchos meses para que el plato sepa delicioso, solo dos cocineros en esta fiesta ofrecen con mayor recurrencia sus actos y declaraciones. Ellos son los candidatos presidenciales.
En 2012 fungió Mitt Romney, exgobernador del estado de Massachussets con la carta de los republicanos, y Barack Obama, el actual mandatario, como el chef demócrata.
En los comicios de 2008 prometió el cielo y hasta la Academia Sueca le otorgó un premio Nobel de la Paz, que muchos aún no entienden. Quizás buscaron comprometerlo a realizar un mandato con menos guerras. Pero su actuación no ha sido nada trascendente y el platillo del que habló en su campaña no supo tan bien luego de ocupar el primer puesto de la Casa Blanca.
Similar a todas las elecciones, en estas los candidatos hablaron de lo bien que sabrían cada una de sus recetas. Por parte de Romney: 12 millones de empleos, un 4 por ciento del producto interno bruto para gastos militares, así como la defensa de la mediana y pequeña empresas; terminar de construir el muro en la frontera de México y más “agresividad” en las relaciones con Cuba y Venezuela.
Obama, partidario de subir los impuestos a los multimillonarios, planteó que la retirada de Afganistán y el fin de la guerra en Iraq producirán ahorros para la economía del país, propuso programas de salud para personas sin seguros y más comercio con Latinoamérica.
La mayoría de los estadounidenses prefirieron la sazón de Obama, ya nombrado de forma oficial como presidente para un nuevo período. Llevados por su gracia como chef, los electores eligieron su receta sin dar la primera mordida. ¿Será igual a la pasada? Lo cierto es que tendrán que comerla por otros cuatro años, aunque el sabor no les parezca tan delicioso como les fue prometido.
Excelente comentario yo personalmente estoy casi seguro que OBAMA a de recibir otro premio que le falta el del desprecio y el descaro pues aun no se a cambio de ropa de oveja con la cual hubo de volver a cautivar hasta a mi que hube de votar por OBAMA pues no tenia opciones ya que el es menos malo que ROMNEY pero en realidad ambos son tremendos lobos feroces si no me creen deje que se transforme y se ponga el traje de ABUELITA DE CAPERUCITA que en dos dentelladas se la va tragar en vez de comerse a la pobre para no hacerla sufrir yo estoy consiente que la enorme cantidad que se hubo de votar a manos llenas sus recompensas han de tener pues los oligarcas millonarios y mucho mas que eso que son norteamericanos son los que en realidad asumen el poder y el control de los ESTADOS UNIDOS a pesar que algunos creen que no verdad lo que digo pero voy a citar palabras de JOSE MARTI VIVI EN EL MONSTRUO Y LE CONOZCO LAS ??????? Pero yo sigo viviendo y conociendo bien el monstruo a diario. Lazaro izquierdo