Gallos: La opción es ganar

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Los Gallos siguen en la cuerda floja. A falta de 29 juegos, no está claro su pase a los play off, aunque las matemáticas siguen de su lado. El equipo no tiene otra opción que ganar sin mirar a ningún lado.

Cuando la Serie 51 entró en definiciones, los Gallos siguen en la cuerda floja. A falta de 29 juegos, no está claro su pase a los play off. Mas, como aún estoy asida al optimismo y porque me resisto a creer que hayan perdido todo su carácter, dejemos las especulaciones, pues las matemáticas siguen de su lado.

La subserie vs. Holguín abrió más interrogantes de las que respondió. ¿Cómo puede un elenco de su categoría sumirse en un apagón ofensivo al punto de conectar siete hits, anotar una carrera en 18 innings ante discretos lanzadores y luego desbordarse a punto del nocaut? ¿Alguien puede apostar por una reacción seria?

La respuesta ancla en su desempeño zigzagueante e inestable durante la campaña. La reacción del bateo llega como ventisca.

Y a estas alturas, lejos de cuajar, se alarga peligrosamente. Según las estadísticas del segundo al tercer tercio, la ofensiva descendió de 281 a 272 y sigue por debajo de la media. Eso no lo dice todo. Un promedio de más nueve hits por partido pudiera ser suficiente para aspirar a la victoria con mayor frecuencia. Entenderá mejor cuando les muestre su improductividad: el promedio de carreras por partido es de 4,9; mientras su pitcheo admite 4,7. Las cuentas no dan. Mucho menos con este dato: de 830 corredores en posición anotadora, poco más del 20 por ciento llegan a home. Todos los acápites (anotadas, hits, jonrones, impulsadas…) descendieron de un tercio a otro.

Lesiones de un lado (ahora se suma la de Liván Monteagudo con una distensión en una de sus piernas) y bajo rendimiento de otro, apuntan a que todos los regulares están por debajo de su desempeño histórico, incluso los que compilan por encima de los 300, con excepción de Yunieki Gourriel (316 y el mejor que lo hace con hombres en base: 346).

¿Qué hay detrás de esa merma? ¿Cansancio? Según han reiterado directivos y jugadores, la preparación fue exitosa, con 40 partidos de tope. Lo cierto es que algo conspira en un equipo con los peores dígitos en bateo de las últimas 10 temporadas, en las cuales el saldo más bajo ha sido el de 289 en la versión 46.

Los males fueran menores si el resto de los departamentos exhibiera un mejor resultado. Del pitcheo, aunque en términos generales promedia por encima de la media (4.30 PCL), empeoró, pues el primer tercio cerró con 4.03  Demasiados abismos entre abridores y relevistas. Los primeros exhiben 3.67 PCL (quintos del torneo), y los segundos lo hacen para 5.21 (lugar 13).

Es difícil ganar si se depende prácticamente de Omar Guardarrama en ese rol. Ha trabajado en casi la tercera parte de los juegos en 50,2 entradas, con dos victorias y cuatro salvados (el equipo tiene 10), en tanto Dany González apenas ha salido en 2,1 innings.

La defensa, aunque disminuyó en 15 errores de un tercio a otro, peca de insegura y endeble. De hecho, con sus 966, la penúltima de la lid, no ha podido acercarse a la media del torneo.

Detengámonos aquí. Defender un juego es algo más que no cometer errores. Es evitar, con ciertas actitudes pasivas, que un fly caiga cuando no se corre lo suficiente, que un rolling pase de largo o se “camine” tras una pelota con la bola viva y en juego. O sobre el home bateadores de calibre caigan ante cualquier lanzador.

Tales deslices, según las transmisiones de Radio Angulo y testimonios directos de sus narradores, reaparecieron en Holguín en un alargue de lo que en no pocos juegos nos presentan un equipo ajado y sin brillo.

La afición, la poca que hoy va al “José Antonio Huelga” y la que los sigue por la radio, merece un mínimo de respeto, de entrega, de vergüenza deportiva. ¿No habrá en el elenco hombres capaces de plantarse en sus trece y echarse a cuestas el elenco? Existen y muchos. La disposición en el terreno gana partidos cuando, incluso, la calidad no es la principal carta; dos ejemplos: Matanzas y Las Tunas. Cuando en un elenco maduro como el nuestro esa disposición no brota como debe ser, espontáneamente, hay que procurarla desde el mando.

De acuerdo con las tendencias, los Gallos podrán luchar por el último boleto en disputa con Pinar del Río, sin descartar aún a Metropolitanos. Cuentan con dos ventajas aparentes: los vueltabajeros cierran la clasificatoria de descanso y los espirituanos los aventajan en el cotejo particular 5-1. Hoy, además, la diferencia en relación con ellos es borrable.

Después que concluya la subserie iniciada este viernes ante Metropolitanos, los Gallos van a Guantánamo. Retornan a su valla vs. Industriales, Artemisa y Cienfuegos antes de ir al descanso.

Sancti Spíritus no tiene otra opción que ganar sin mirar a ningún lado. Y, usted, no se rinda, aún.