El estadio Victoria de Girón yumurino puede reventar la noche de este martes a partir de las ocho y treinta. Por primera vez en la historia de los play off, Gallos espirituanos y Cocodrilos matanceros serán rivales.
En la primera fecha que dejará abierta la postemprada del clásico cubano en su versión 51 habrá un cotejo electrizante entre dos elencos con estilos de juego totalmente diferentes. Durante viernes, sábado y domingo, las acciones se desarrollarán en el estadio José Antonio Huelga de Sancti Spíritus.
Los matanceros ganaron el derecho a debutar en casa al liderar la zona del Occidente con saldo de 58 victorias y 38 derrotas, un balance que los llevó a ser, junto a Villa Clara, el conjunto más ganador de toda la justa con marca colectiva de triunfos en los anales beisboleros de su provincia.
Los espirituanos, por su parte, lograron capturar el cuarto y último boleto de la zona occidental con balance de 49 triunfos y 45 reveses.
Los ahijados de Víctor Mesa llegan a esta fase con mejores números que sus rivales: terceros en average ofensivo con 300, segundos en defensa con 980, y cuartos en pitcheo con 3.70 PCL
Los Gallos, por su parte, batearon para 283 (octavos), fildearon para 971 (14) y lanzaron para 3.98 (séptimos).
Pese a no ser un equipo rápido, sus peloteros explotan la velocidad sobre las bases, tal como lo muestra la cantidad de bases robadas (26), aunque a veces arriesgan demasiado, como lo dice el balance adverso de capturados en el intento: 30. Mas, también apelan con frecuencia al toque de bola (61); pero, sobre todo, apuestan por la sorpresa en la jugada.
Su oportunidad en el bateo con hombres en base es manifiesta: 301 y su ofensiva con hombres en posición anotadora es superior a los Gallos: 26 por 22.
En el pitcheo dos hombres sobresalen: Yoan Hernández y Jorge Alberto Martínez, aunque igual todo el staff por lo general está listo, pues se cambia constantemente y la mejoría más significativa la experimentaron en la defensa con solo 72 errores.
Mas, mucho más allá de números, los yumurinos fueron de principio a fin los principales animadores de toda la temporada con un juego que explotó la rapidez en función de la ofensiva y una combatividad como divisa de cada partido con el influjo de su mánager, que supo mover sus piezas para extraer lo mejor a cada cual.
Sin ninguna estrella en su alineación, la clave de su éxito radica en su liderazgo colectivo: juega el que esté apto para hacerlo al 101 por ciento y cada partido puede presentar una alineación diferente.
Llegan con todo para ganar y nada para perder, pues ya sobrecumplieron sus expectativas y rompieron todos los pronósticos, pero justamente su condición de debutantes en esta lid les puede agregar presión y pagar la novatada.
Los Gallos clasifican por décima vez en los últimos 11 años y ya acumulan una medalla de plata y dos de bronce, lo cual les concede mayor experiencia.
Tienen en su alineación hombres de probada valía y ya se ha anunciado la reincorporación de una de sus estrellas, Frederich Cepeda, quien ha estado alejado por dolencias en su hombro derecho.
Con el madero lo más importante lo aportaron Yunier Mendoza, Yulieski Gourriel y Orlando Acebey, aunque por necesidades imperiosas ante la coincidencia de varios lesionados, Ruperto Zamora se vio obligado a emplear con bastante frecuencia hombres de la banca que dieron su aporte y al menos no permitieron que el conjunto decayera en su fase final.
Otro elemento: su desempeño en el último tercio de la campaña en busca del boleto los obligó a entrar en competencia desde antes. Está por ver cómo mueve las piezas el mánager Ruperto Zamora, que suele ser un tanto más apacible, aunque ha logrado imprimir un mayor dinamismo al juego que tradicionalmente han desarrollado los Gallos con 39 bases robadas y 44 toques.
Desde el box un hombre ha acaparado toda la responsabilidad: Ismel Jiménez, líder en ganados de la temporada con 17 y entre los primeros en todos los departamentos, aunque también Ángel Peña como abridor y Omar Guardarrama como relevista han tenido un fuerte protagonismo.
Solo falta que sepan resistir la presión de comenzar en estadio ajeno. Una división de honores sería para ellos un buen saldo.
Tal como se ha previsto, Matanzas y Sancti Spíritus se medirán en el Victoria de Girón durante martes y miércoles. El jueves será día de traslado y durante viernes, sábado y domingo, las acciones se desarrollarán en el estadio José Antonio Huelga de Sancti Spíritus. De no encontrarse decisión la subserie de cuartos de final regresa a Matanzas para jugar martes y miércoles, pues esta fase, al igual que la semifinal y final, está pactada a siete juegos al mejor en cuatro.
El martes también inicia el cotejo Industriales- Cienfuegos en el estadio Latinoamericano y el miércoles lo harán por el Oriente Villa Clara-Granma, en el estadio Augusto César Sandino, y Las Tunas- Ciego, en el Julio Antonio Mella, sede de los primeros.
El actual campeón del béisbol cubano es Pinar del Rio, que esta vez se quedó fuera de la fiesta.
Lo que hay que hacer es jugar con ganas, con alegria, con deseos de ganar y no con la apatia que juegan algunos que se creen dioses y solo batean cuando el juego esta de un solo lado.
Hay que estudiar a los rivales saber la bola que le hace daño, la acciones que los frena, jugarle con iniciativa, creatividad y preocuparlos desde un inicio, los resultados vs los débiles hay que estudiarlos y analizar la causa raíz del problema, matanzas este año ha estado por encima de sus propias posibilidades, ¿por qué? quitémoles ese impulso con un impuso mayor, hay que irse arriba y podemos experimentar con los novatos,
Creo que llevas toda la razón. Hay que robarle la iniciativa a un equipo que nos ha superado con creces esta temporada. Ellos los llevarán todo a su favor: el terreno, su actuación en la serie, su manager eléctrico, y hasta el favoritismo de los medios. Hasta ahora casi nadie apuesta por Sancti SPiritus, cosa que se han buscado ellos solitos. El respeto hay que ganárselo. Solo depende de ellos.
Hay que pensar positivo y no sub estimar a nadie pues entre uno y otro hay jugadores de valores extraordinarios y probados algunos internacionalmente y otros nacional pues para mi en eso no hay diferencias pues pese a que muchos reportero y corresponsales deportivos les encanta hacer carbon de nuestra pelota tirdandola de mediocre se equivocan los mediocres son aquellos que desde los microfonos o las computadoras redactora des-alientan al mal comportamiento y meterles ideas a los peloteros que necesitan las grandes ligas del norte para desarrollar sus potenciales y eso es falso la pelota cubana actual se mantiene como siempre solo hay que organizar las mas cabezas y lenguas que alientan a la desertores y por el camino que van han de cansar a los aficionado de oir tantas cosas negativas y se salgan con las suyas los lobos disfrazados de ovejas. Lazaro
Lárazo, no se qué edad pudiera tener usted. Yo, la suficiente para haber disfrutado de los batazos de Muñóz, CAsanova, Chieto, Olivera, los tremendos juegos lanzados por Omar CArrero, Vinet, Rolando MAcías, Rogelio, Julio Romeros, Jose LUis Alemán, los fildeos extraordinarios de Pedro Jova, Silvio Montejo (mi primer entrenador de beisbol, en la vocacional de Santa Clara), Sixto Hernández, Wilfredfo Sánchez, Urquiola, Anglada..también me tocó la suerte, ya de joven, seguir disfrutando de los buenos, como Víctor Mesa, Lourdes Gourriel, Germán, Padilla, Albertico MArtínez, Juan CAstro..osea, la pelota de entre los años 70 y más allá de los 80 y tanto, los 90…se me pueden quedar nombres..pero si usted disfrutó ese beisbol se dará cuanta que el nuestro de hoy n pasa de mediocre, no roza los ribetes de aquel..sin hacer comparaciones..aquel se jugaba con el corazón…este, hay que averiguar..no se puede ser ciegos..la pelota cubana tiene muchos problemas y exjugadores,d e los buenos de verdad, llevan tiempo alertando sobre ellos y hasta hoy, poco se ha hecho..no se trata de hacer carbón..como usted dice..a pesar que que hay comentaristas que van a la par de la calidad del beisbol nuestro..soñemos, que mañana todo pueda ser mejor.