Tanto el Gobierno como la guerrilla insisten en que la participación ciudadana es el eslabón principal para que el proceso llegue a un resultado feliz.
El gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) retomarán este miércoles en La Habana los diálogos de paz, tras cinco días de pausa, centrados en el primer punto de la agenda: el desarrollo agrario integral.
La tierra, tema prioritario para avanzar en este proceso con el que buscan zanjar más de cinco décadas de conflicto, continuará siendo el hilo conductor de los debates entre ambas partes, las cuales en un primer balance dieron un mensaje de aliento y esperanza a la sociedad.
El jueves último, al dar por concluida la primera ronda, las dos delegaciones coincidieron en que se ha avanzado dentro de lo previsto, sobre todo con la firma de dos acuerdos conjuntos que darán espacio y voz al pueblo.
Tanto el Gobierno como la guerrilla insisten en que la participación ciudadana es el eslabón principal para que el proceso llegue a un resultado feliz.
Como cada mañana, el equipo del gabinete de Juan Manuel Santos, encabezado por el político y exvicepresidente Humberto de la Calle, y el de la guerrilla, liderado por el comandante Iván Márquez, deben llegar al capitalino Palacio de Convenciones, sede permanente de los diálogos que tienen a Cuba y Noruega como garantes.
La discreción y el hermetismo han caracterizado las primeras jornadas de la mesa. Como aseguró De la Calle, el Gobierno continuará siendo celoso sobre los temas que se manejen a puerta cerrada.
Queremos resultados y compromisos concretos en función de dos grandes objetivos: la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, puntualizó.
El lunes último, en una entrevista con Prensa Latina, varios miembros de la fuerza insurgente consideraron que existen las condiciones para que se reconozca su estatus de beligerancia en el conflicto armado en curso en ese país.
«Si el Gobierno está sentado en la mesa y si la Cruz Roja ha sido la garante del traslado a La Habana de nuestros combatientes y mandos, quiere decir que los requisitos de los Protocolos de Ginebra para ser reconocidos como fuerza beligerante están dados», apuntó el guerrillero Andrés París.
El combatiente saludó, a nombre de las FARC-EP, la disposición manifestada por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de formar parte del proceso de búsqueda de paz para Colombia.
Por su parte la guerrillera Alexandra Nariño enfatizó que la participación popular sigue siendo clave.
«Cómo hacer una ley agraria sin la participación de los campesinos, quienes saben dónde sembrar y qué. Ellos dicen que no les sirven las políticas neoliberales, lo dicen también los indígenas, las mujeres, los afrocolombianos, entonces todos tienen que hacer parte de este proceso de paz», opinó.
El presidente Juan Manuel Santos calificó el lunes pasado de positivo los primeros pasos dados por el Gobierno y la guerrilla e insistió en que los diálogos deberían concluir a más tardar en noviembre de 2013.
Sin embargo, las FARC-EP mantienen firme su disposición de escuchar y ser escuchados, y conversar el tiempo que se necesite.
El Acuerdo General, rubricado el 26 de agosto último, consta de cinco puntos, desarrollo agrario, participación política, la terminación del conflicto en sí, la solución al problema de las drogas ilícitas y la atención a las víctimas además de un sexto apartado destinado a la implementación, verificación y refrendación.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.