Nicaragua graduó este jueves a 263 jóvenes como médicos generales, tras vencer un lustro académico en Cuba y el año de internado en el país centroamericano mediante el proyecto de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) de La Habana.
En la ceremonia de titulación, la ministra de Salud, Sonia Castro, agradeció la ayuda e invitó a los egresados a mantener los valores humanistas con los cuales se formaron.
Castro recordó que las transformaciones sociales impulsadas por el gobierno sandinista del presidente Daniel Ortega exigen de los profesionales de la salud la máxima dedicación para atender las necesidades del pueblo.
La decana de la ELAM en este territorio centroamericano, la doctora cubana María Elena Cobas, precisó que suman 780 los nicaragüenses egresados como médicos generales de ese centro de estudios, a partir de su creación en 1999 por iniciativa de Fidel Castro.
Esta es la octava promoción para Nicaragua, con la característica de que en las últimas tres los estudiantes realizaron en su país de origen su último año de la carrera, lo cual reclamó mayores esfuerzos por parte de la brigada médica Ernesto Che Guevara.
Junto a la labor asistencial, hubo que asumir la docencia para más alumnos de la ELAM, dijo la profesora a Prensa Latina, quien también reconoció la participación de académicos y doctores nicaragüenses en la preparación de los 263 egresados en esta oportunidad.
Desde 1999 hasta la fecha, Cuba contribuyó a la formación de 200 médicos de esta nación centroamericana como especialistas en distintas áreas, entre ellas medicina interna, cirugía, pediatría, gineco-obstetricia, radiología y medicina general integral, precisó.
Por su parte, el embajador cubano Eduardo Martínez Borbonet ratificó la decisión de su gobierno y pueblo de colaborar con Nicaragua en distintos ámbitos.
Según estimó, los formados en la ELAM, por sus valores humanos, resultan profesionales que marcan diferencias en un mundo donde la medicina suele verse como un negocio lucrativo.
Pero en el caso de Nicaragua también la Revolución Sandinista marca diferencias, señaló el diplomático al apreciar los disímiles programas sociales impulsados por el Gobierno del presidente Ortega.
La ministra Castro confirmó que los graduados ocuparán plazas en todos los departamentos del país, en el empeño de profundizar un modelo de salud proactivo, familiar y comunitario.
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