Por primera vez en 15 años la provincia de Sancti Spíritus logra un programa de siembra en el período seco en áreas bajo riego de agua.
La agricultura cañera escaló un importante peldaño en sus proyecciones de crecimiento al consumarse, a partir de la instalación de modernos sistemas de riego, la siembra de 575 hectáreas en el período noviembre-abril, etapa que durante 15 años no reportó actividad de plantación en la provincia, muy necesitada de engordar los volúmenes de caña y de subir los rendimientos agrícolas, hoy situados por debajo de la media nacional.
Esta incorporación de cepas nuevas se localiza en áreas que estaban vacías o cubiertas de marabú en las Unidades Básicas de Producción Cooperativa La Vega, en Jatibonico, y Cantarrana, en La Sierpe; escenarios donde se utilizan los sistemas de riego con tecnología de enrollado y en los cuales fue preciso desplegar un trabajo de desbroce y acondicionamiento del terreno.
Reanudar la plantación de caña en el período menos lluvioso bajo condiciones de riego de agua propone un camino a seguir en lo adelante, toda vez que los campos plantados antes del 31 de marzo pueden engrosar el estimado cañero de la siguiente cosecha, en la cual el territorio persigue un crecimiento de alrededor del 20 por ciento. Es por ello que la Empresa Azucarera espirituana pretende incrementar progresivamente el nivel de cañaverales con riego de agua, escalón muy deprimido que actualmente cubre el uno por ciento de las plantaciones en la provincia con mayor capacidad de embalse a nivel de país.
“Este año se atendió mejor la parte agrícola, hicimos la zafra y no se retrasaron las actividades planificadas para esta época”, explica Juan Carlos Mursulí, director de la Empresa Azucarera en el territorio. “La provincia crece en las 10 labores principales de la agricultura, gracias a la organización y al desempeño de las fuerzas involucradas en este frente y se ha trabajado muy fuerte en la calidad de la preparación de la tierra, porque los cañeros ubican en ese proceso a una de las causas de la baja producción”, añade la propia fuente.
Las fuerzas agrícolas que tributan la materia prima a los centrales Melanio Hernández y Uruguay tienen por delante un abultado plan de siembra de caña para la etapa de primavera, por lo que el empuje principal apunta a la preparación de tierra, actividad que pretende completar el alistamiento del suelo en la primera mitad de mayo con vistas a que cuando lleguen las lluvias esté en óptimas condiciones para recibir la semilla.
El lugar de vanguardia a nivel de país que alcanzó la provincia en el aporte del plan de azúcar encuentra ecos en la agricultura cañera y el territorio exhibe una favorable ejecución en labores como la limpia integral, el cultivo y la fertilización de los retoños, actividades esenciales para buscar incrementos en los volúmenes de materia prima en la siguiente zafra.
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