Trinidad fue nuevamente azotada por crecidas de ríos, inundaciones, deslizamientos en viales y lo peor de todo, la rotura de la conductora de San Juan de Letrán, principal fuente de abasto de agua a la cabecera municipal.
A menos de un mes de haber padecido el efecto de intensas lluvias en toda su geografía, el municipio de Trinidad fue nuevamente azotado por crecidas de ríos, inundaciones, deslizamientos en viales y lo peor de todo, la rotura de la conductora de San Juan de Letrán, principal fuente de abasto de agua a la cabecera municipal.
Israel Calderón Fernández, vicepresidente del Consejo de la Administración de ese territorio a cargo de la defensa, confirmó a Escambray que en la tarde de este miércoles se mantenían incomunicadas los asentamientos de El Cuyují y Maguas, este último por roturas del vial recientemente reparado.
Asimismo se reportaron inundaciones en la zona de Casilda y deslizamientos de tierra en la carretera de montaña que enlaza a la ciudad de Trinidad con Topes de Collantes, la cual al filo de la tarde de este miércoles se encontraba dando paso con dificultades, según la propia fuente.
Fuerzas especializadas de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado se habían trasladado hasta las estribaciones del Escambray para evaluar la magnitud de los daños y la posible solución en la conductora de San Juan de Letrán, encargada de abastecer a más de 17 000 habitantes de la villa cubana de Trinidad, la cual había sido restablecida en condiciones excepcionales tras las lluvias de finales de mayo.
De acuerdo con reportes del Centro Meteorológico Provincial, en 19 zonas del territorio espirituano, fundamentalmente del centro sur, se registraron acumulados superiores a los cien milímetros en 24 horas, con los más significativos en Topes de Collantes (331,5), Casilda (306), Trinidad (234) y Tunas de Zaza (211).
Luego de los escurrimientos de las últimas horas, la presa Zaza, la mayor de Cuba, acumulaba 883 millones de metros cúbicos a las cuatro de la tarde de este miércoles y mantenía abiertas cuatro de de sus seis compuertas con vistas a estabilizar su volumen sobre los 860 millones, lo recomendable para la etapa, según precisó Rafael Rangel, subdelegado de Recursos Hidráulicos en Sancti Spíritus.
Para evitar las continuas evacuaciones, molestias y perdidas a los pobladores de aguas abajo de la presa Zaza hay que buscar un equilibrio estrategico entre el volumen a que se aspira mantener en el embalse y los pronosticos de lluvia de este año que parecen ser, por el analisis periodico de la repeticion de eventos, bastante abundantes, para aliviar de manera sostenible el volumen que pueda constituir peligro.