Cuando hace una década las prácticas agroecológicas invadieron el escenario agrícola espirituano, los campesinos de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Rafael Saroza, en pleno lomerío del municipio de Trinidad, no dieron la espalda a la novedad y estuvieron entre los primeros en la provincia en adquirir esa cultura, llegada para potenciar la producción de alimentos desde métodos sostenibles con el cuidado y preservación del medio ambiente.
Por José Luis Camellón Álvarez
Introducir tales manejos en una base productiva que padecía la degradación de los suelos y experimentaba mermas en las cosechas, no conllevó dictar allí leyes y decretos, pero sí fue necesario inculcar durante varios años los nuevos conocimientos mediante la capacitación teórica y práctica, en virtud de que el hombre de campo, como se dice popularmente, “oye por los ojos”.
Actualmente las áreas de la CCS, extendidas en los alrededores del poblado El Algarrobo, aparecen en los primeros planos en Sancti Spíritus si de aplicar técnicas agroecológicas se trata, y también son abanderados en toda la geografía montañosa de la provincia en la introducción de estas prácticas.
Estos resultados se distinguen a través del Sello Promotor Agroecológico, que le fuera entregado a la Cooperativa por desarrollar durante 10 años la agricultura sostenible en armonía con la naturaleza y la sociedad.
Genovevo Hernández Villazón, presidente de la CCS, sostiene que el gradual incremento de la producción de café y la diversificación de otros cultivos, figuran entre los principales beneficios de la utilización de la agroecología, así como la aplicación del proyecto de mejoramiento de suelo, que define hacer tranques y barreras para retener la capa vegetal y evitar el deslave del terreno.
El empleo de estas prácticas y el incremento de las producciones le han permitido a esta Cooperativa asumir buena parte del abastecimiento de leche y de otros renglones agrícolas de los pobladores de El Algarrobo y otros asentamientos aledaños.
Los resultados productivos de la CCS en el año recién concluido quedaron reconocidos con la reciente entrega a la Cooperativa del Sello Aniversario 50 de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), distinción creada en el contexto de la fundación de la organización campesina cubana para premiar la trayectoria laboral de las mejores bases productivas en el 2011.
En Sancti Spíritus solo 27 cooperativas, de las 224 existentes en la provincia, merecieron el Sello o la Bandera Aniversario 50 de la ANAP, también instituida con iguales fines y, a nivel de país, se hicieron acreedoras de tales reconocimientos 180 bases del sector cooperativo y campesino.
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