La dulce vida de Heras León

El reconocido cuentista cubano presentó su último libro en el municipio espirituano de Cabaiguán, luego de más de 20 años sin publicar nuevas historias.

Cuando despertamos Eduardo Heras León, Francisco López Sacha, y Senel Paz ya estaban aquí. Sin enfrentar al mar como el mítico personaje de Hemingway, nos pareció tener delante a tres grandes pejes, no por acuáticos, sino porque han surcado los océanos de la literatura; mas despedían humildad y nos acompañaban como amigos de siempre.

Lo primero fue el taller, donde hasta Sacha recitó el inicio de El viejo y el mar. Luego pasamos uno a uno frente al pelotón de fusilamiento, aunque no recordamos ninguna tarde remota de hielo, como Aureliano Buendía.

Cabaiguán parece atraer la buenaventura; tanto así que, también en el contexto del III Encuentro de Narrativa Un pueblo con suerte, Eduardo Heras quiso dar la primicia a los lectores de este municipio espirituano y presentó la propuesta Dolce vita, un volumen que reúne ocho cuentos de su más reciente cosecha.

Con un estilo directo, economía de medios y dominio del oficio, el autor entrega una visión tan realista como fantástica de la Cuba de hoy. Al referirse a la visita, el además director del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, señaló: “Este municipio tiene una perspectiva en el plano de la literatura, sobre todo la narrativa, muy sorprendente y fíjate si tiene suerte que presentamos por primera vez aquí mi último libro de cuentos”.

Con la presencia de escritores del patio, encabezados por estos tres grandes de la literatura cubana, Cabaiguán acercó a sus habitantes a lo mejor de la cuentística nacional de los últimos 50 años, con presentaciones de libros, lecturas en centros de trabajo y otras actividades dedicadas a la narrativa femenina, así como a la escritora Marlene García Pérez.