Los Cinco son víctimas de una sociedad injusta, racista y discriminatoria, ellos están en prisiones de alta seguridad o mejor dicho de alta severidad con respecto a otros reos, expresó el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón al intervenir en la jornada Cinco por los Cinco.No basta con trámites, ni documentos de abogados, necesitamos movilizarnos y accionar de manera creativa para lograr el regreso de los cinco antiterroristas cubanos detenidos en Estados Unidos, afirmó el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón.
Antonio Guerrero, Fernando González, Ramón Labañino, René González y Gerardo Hernández fueron condenados severamente por informar sobre planes de acciones violentas contra Cuba fraguados por grupos terroristas basados en territorio norteamericano.
Al intervenir en la jornada Cinco por los Cinco, efectuada en la capitalina Casa de la Amistad, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba subrayó que el muro del silencio existe y los silenciadores saben de su inocencia.
Ellos son víctimas de una monstruosidad que convierte al gobierno de Estados Unidos en cómplice del terrorismo, sentenció Alarcón en presencia de familiares de los antiterroristas, el embajador venezolano Edgardo Ramírez y una representación de la Misión Ribas (programa social gratuito creado por el presidente venezolano, Hugo Chávez).
Los Cinco, como son conocidos en la campaña internacional por su liberación, son víctimas de una sociedad injusta,racista y discriminatoria, ellos -agregó- están en prisiones de alta seguridad o mejor dicho de alta severidad con respecto a otros reos.
A ellos no los doblegaron y no podrán hacerlo jamás, pero nos falta mucho por avanzar, tenemos que ver qué podemos hacer, aseguró Alarcón en esa dependencia del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.
El jefe del Parlamento cubano destacó los resultados de la solidaridad internacional, y su importancia para la causa, de la necesidad de ser capaces de duplicar las fuerzas, no para que le rebajen sus condenas sino para que se les pida perdón y los devuelvan a sus hogares.
Calificó de agentes provocadores a los medios de prensa de Miami, lo cuales fueron bien pagados por Washington, y recordó que ese juicio se efectuó en un ambiente hostil.
Contra los Cinco se presentaron 26 cargos por separado, 24 de ellos relativamente menores y más bien técnicos.
Uno de los 24 era el no registrarse como agentes extranjeros ante la Fiscalía General de Estados Unidos.
Los acusados estuvieron de acuerdo con este cargo, pero les impidieron explicar que bajo una doctrina de las leyes estadounidenses, conocida como la Defensa de Necesidad, ellos debían ser perdonados por no haber cumplido con ese tecnicismo.
Su misión implicaba la protección de vidas humanas, evitar daños a propiedades y prevenir actos terroristas, y según las leyes norteamericanas, se puede técnicamente violar una regulación establecida por la ley si lo está haciendo para evitar un daño mayor.
Ninguna acusación los involucra en el uso de armas, actos violentos o destrucción de la propiedad.
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