“Me gusta cerrar, con gente en base siento que se me dispara la adrenalina”, confiesa el joven lanzador de los Gallos,uno de los novatos más destacados de Cuba en la Serie 51 de Béisbol.
Quien lo vio subir al box por primera vez con su pose de reguetonero y su pelado a la moda, difícilmente lo tomó en serio. Mas con su brazo y su hoja de servicios en la pasada Serie Nacional, el trinitario Omar Guardarrama Ruedas se encargó de despejar dudas.
Ahora que se alista para su segunda campaña, ya no es aquel desconocido que se quitó los ariques del central FNTA y obligó a los expertos a tenerlo en cuenta. Con sus nueve juegos salvados, cuatro victorias y dos derrotas, se convirtió no solo en el mejor relevista de los Gallos, sino en uno de los novatos más destacados de Cuba.
Pero todo no fue tan fácil. El joven llegó con muchas ganas de imponerse. Lo primero fue vencer la deuda de los años sin siquiera entrar a un terreno de béisbol desde que en la categoría 9-10 participó en un campeonato nacional.
“No quise quedarme en la EIDE y nunca más jugué pelota, cuando salí del Servicio Militar comencé en un curso de Educación Física; un día dando clases en las gradas del estadio de Trinidad estaban haciendo pruebas y Juan de Dios Peña me pidió que bajara. Tiré primero 85-86 millas, era lo que pedían, pero él me dijo que subiera un poco, pues no había llegado, y tiré 89”.
“Me dijeron: ‘Vas para la Academia’. Desde que llegué le dije a Roberto Ramos: no sé qué van a hacer conmigo, pero tienes que prepararme bien, quiero ser pitcher de puntería en Sancti Spíritus”.
Y comenzó su carrera contra el tiempo y “los demonios”. Fue eliminado en su primera preselección de los Gallos, pero no se amilanó. En su debut en la Liga de Desarrollo fue el último lanzador en la nómina y terminó como segundo abridor; en la pasada Serie Nacional su historia es más conocida.
“Desde que llegué me lo propuse, entrené mucho, algunos me decían: ‘¿Para qué entrenas tanto si no hay posibilidades?’, pero yo seguía, sabía que venía de la calle y a los técnicos no les gusta arriesgarse, prefieren seguir con los que ya conocen; sin embargo, en la calle hay mucha gente con condiciones, muchos me vieron en la serie y me dijeron que ahora sí me salió lo que hacía en la Academia”.
Su debut no pudo ser más exigente. Al fuerte Santiago de Cuba: tercero, cuarto y quinto en la alineación. Héctor Olivera abriendo la batería.
“El que diga que no se siente sobresaltado en su primera vez en Serie Nacional creo que miente, me dije: ¡ay, mi madre, muchacho!, pero al propio tiempo me sobrepuse: tengo que matar ese inning, esta es una oportunidad que me da la vida y tengo que aprovecharla.
“Otro día difícil fue en Trinidad. Le lancé ocho innings a Granma y solo me dieron dos hits, creo que estaba presionado, quieres hacerlo perfecto ante tu público y eso no es bueno a veces”.
Suena extraño. Cuando la mayoría de los lanzadores rehúyen ser relevistas, Guardarrama siente una atracción especial por ese rol: “Me gusta cerrar, con gente en base siento que se me dispara la adrenalina”.
¿De qué dependes?
“Del control, soy nuevo, llegué solo con recta, incorporé la slider y luego el cambio”.
¿No dicen que es riesgoso para novatos?
“Es muy efectivo porque busca el desbalance en el bateador, soy relevista, por lo general los bateadores vienen ansiosos, locos por dar un palo, les quitas velocidad y tú sabes cómo se ponen con eso, ahora quiero aprender el tenedor, aunque Ramos aún no quiere”.
Ni qué decir de su última victoria en la pasada serie, que resultó traumática. Con el play off empatado a uno por bando entre Gallos y Cocodrilos y después de que Noelvis Hernández lanzara un juegazo durante nueve innings y dejara el marcador favorable, Guardarrama vino en rol de relevo, permitió el empate, aunque a la postre fue el ganador.
“Yo no gané ese juego, Noelvis lanzó el juego de su vida, vine con las ganas más grandes del mundo; a Garlobo lo había dominado con recta pegada en un juego anterior, incluso en esa ocasión él comentó: ‘Parece un profesional lanzando’, se la repetí, me conectó y jodí a Noelvis, aunque ganamos. Lloré mucho, me sentí muy mal, no comí; Randy, el de la televisión, me vino a entrevistar y no quise, le dije: yo no gané ese juego”.
A días de distancia está la Serie 52. Ya no es aquel muchachito intruso que buscó y ganó un puesto. Con 23 años cumplidos sabe que más allá de los confines del FNTA muchos apuestan por su brazo y su entereza.
“Estuve con fatigas en el brazo en la pasada Serie Provincial, pero quiero agradecer a los técnicos de la sala de rehabilitación de Caracusey, en especial a Bárbaro, por toda la ayuda que me ofrecieron, ya no siento nada y tengo nuevas metas.
“Ah, ¿pudieras poner ahí que doy gracias a mi mamá Maritza y a mi abuela Isabel por ser lo mejor de mi vida?”.
FELICIDADESSS QUE ESTE AÑO TE VAYA MUCHO MEJOR. Y QUE POR FIN GANEMOS UNA SERIE NACIONAL.
si las estrellas de los gallos pensaran como este muchacho de hace rato fueramos campeones
en los primeros 45 juegos omar guardarrama solo salvó un partido. en el resto de la temporada salvó 8..moraleja…si la serie pasada fuera como la que se avecina, entonces no sabríamos del talento de omar guardarrama…otro punto para que vean la mierda de serie que nos han metido por la cabeza…en los primeros 45 juegos de la serie pasada Yasmani tomás era solo un negrón joven en el banco de industriales, y luego se hizo un tremendo jonronero…analicen amigos…
Bienvenido a los GALLOS por lo menos tiene una elevada alta estima y eso es buena actitud que muchos deben imitar esta ansias y deseos aunque la pelota actualmente es una caja de PANDORA pero la fuerza de voluntad es mas importante y beneficiosa. Lazaro izquierdo