El creciente respaldo internacional al reclamo de soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas se hará patente otra vez este lunes en la ONU, ahora por intermedio de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur).
El tema será expuesto ante el titular de la organización mundial, Ban Ki-moon, por la secretaria general de esa agrupación regional, María Enma Mejía, quien cumple una visita a la sede central de Naciones Unidas en Nueva York.
Desde el inicio de su agenda aquí, la funcionaria anunció que tratará el asunto de las Malvinas con el máximo responsable de la ONU, a quien le ratificará el apoyo unánime de Suramérica a Argentina en su lucha por recuperar la soberanía sobre esas islas australes.
Ban Ki-moon está involucrado en ese tema desde febrero pasado cuando se ofreció ante el canciller argentino, Héctor Timerman, para mediar en busca de negociaciones entre Londres y Buenos Aires sobre las Malvinas, territorio ocupado por Gran Bretaña desde 1833.
En aquella ocasión, el ministro vino al cuartel general de la ONU y presentó una fuerte denuncia contra la creciente militarización de la región del Atlántico Sur desde las Malvinas por parte de los británicos.
Un mes más tarde, los cancilleres de Unasur aprobaron en Montevideo una declaración de rechazo a la presencia militar británica en ese archipiélago, al considerarla contraria a la política regional por una solución pacífica a la disputa por su soberanía.
Los ministros reiteraron su repudio a las actividades unilaterales del Reino Unido en la zona, entre otras, la exploración y explotación de recursos naturales de Argentina y la realización de ejercicios militares vulnerando las resoluciones de la ONU.
En la misma línea se pronunció en diciembre pasado una cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) al reafirmar el interés de los 33 países miembros en que Londres y Buenos Aires reanuden negociaciones sobre el problema.
La ONU está involucrada en el tema de las Malvinas desde 1965, cuando la Asamblea General aprobó la resolución 2065, mediante la cual reconoció la disputa territorial entre Argentina y Gran Bretaña en torno al archipiélago del Atlántico Sur.
El Comité de Descolonización de Naciones Unidas debatirá sobre la cuestión el próximo 14 de junio, cuando se espera la participación de la presidenta argentina, Cristina Fernández.
Ese día se cumplirán 30 años (1982) del fin de la llamada Guerra de Las Malvinas, librada por Argentina y el Reino Unido durante dos meses en ese territorio austral y que costó la vida a 649 argentinos y a 255 ingleses.
La lista de territorios no autónomos atendidos por el Comité de Descolonización incluye a Anguila, Bermuda, Islas Caimán, Malvinas, Turcas y Caicos y Vírgenes Británicas, Monserrat, Santa Elena, Gibraltar y Pitcairn, todos bajo control del Reino Unido.
Igualmente Islas Vírgenes norteamericanas, Guam y Samoa Americana (las tres de Estados Unidos), Nueva Caledonia (Francia), Tokelau (Nueva Zelandia) y Sahara Occidental (ex colonia española ocupada por Marruecos).
El comité también se ocupa del asunto de Puerto Rico como un caso especial y trata de que sea reincorporado como un territorio colonial, luego de haber estado en esa condición hasta 1953.
Es importante el respaldo de UNASUR en la ONU pero como proyecto de soberania va al fracaso pues decir ONU es decir estados unidos y a la vez neo-liberales europeos los creadores de ese organismo no funcional para el resto de sus miembros pues pisan descarada e impunemente cuantas normas y ley excitan pues hasta el presente todos los secretarios han trabajado en favor de los norteamericanos y neo-liberales europeos y para que progrese las devoluciones de las MALVINAS y las otras islas del caribe deben primero desaparecer los imperialistas causantes de tantas penurias y separaciones como imperios pues de lo contrario es nadar en contra de la corrientes pues hasta hoy hasta que no se demuestre lo contrario han de seguir chantajeando con las fuerzas nucleares que poseen todas las naciones soberanas. Lazaro