El papa Benedicto XVI expresó este viernes su deseo de que México continúe avanzando sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el desarrollo del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia.
En su primer mensaje al pueblo mexicano, a su llegada al estado de Guanajuato (centro), el Santo Padre aseguró que viene como «peregrino de la fe, de la esperanza y de la caridad» y señaló su alegría porque con esta breve visita «quisiera estrechar las manos de todos los mexicanos».
Su Santidad manifestó que rezará «por quienes más lo precisan, particularmente por los que sufren a causa de antiguas y nuevas rivalidades, resentimientos y formas de violencia». La ola de criminalidad ha ocasionado aquí más de 50 mil muertes en los últimos seis años.
El Pontífice manifestó también su felicidad por estar en Guanajuato porque su antecesor, Juan Pablo II, no pudo visitar este territorio, pero lo bendijo cuando sobrevoló su espacio aéreo, comentó.
«Me siento muy feliz de estar aquí, y doy gracias a Dios por haberme permitido realizar el deseo, guardado en mi corazón desde hace mucho tiempo, de poder confirmar en la fe al pueblo de Dios de esta gran nación en su propia tierra», dijo.
Advirtió que este país y este Continente están llamados a vivir la esperanza en la fe, lo cual debe concretarse en «caminar juntos hacia un mundo mejor».
El Papa arribó a la terminal aérea poco antes de las 4:30 hora local (22:30 GMT) de este 23 de marzo, en su primera visita pastoral a un país de habla hispana desde el inicio de su pontificado.
Al descender del avión que lo condujo desde Roma a Guanajuato, le esperaba el presidente Felipe Calderón, quien estrechó las manos del jefe de Estado del Vaticano.
Cerca de tres mil personas presenciaron en la terminal aérea de León (370 kilómetros al norte de la capital mexicana) la ceremonia de bienvenida a Benedicto XVI.
Tras el fallecimiento de Juan Pablo II, el 2 de abril de 2005, Benedicto XVI fue elegido como el 265 Papa el 19 de abril del propio año.
Justo 10 años después de la última vez en que Juan Pablo II vino a México (1978, 1990, 1993, 1999 y 2002), llega Benedicto XVI, quien ya estuvo en América Latina en 2007, cuando fue a Brasil. Además, estuvo en territorio estadounidense en 2008.
El 25 de noviembre de 2006, Benedicto XVI, sucesor 265 de Pedro, elevó a la diócesis de León a calidad de Arquidiócesis.
«Lo veo y lo siento muy dentro del corazón la hospitalidad de los mexicanos», subrayó el dignatario del Vaticano. En esta nación de más de 112 millones de habitantes hay cerca de 93 millones que abrazan la fe católica.
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