Con el empuje de este programa a partir de abril se busca mejorar la entrega de frutas a la fábrica de conservas y vegetales del territorio y con ello sustituir importaciones que realiza el país.
Un apreciable incremento experimentaron en el 2011 las áreas de frutales en la provincia de Sancti Spíritus, a raíz del impulso dado a la plantación en el segundo semestre y como parte del programa de rescate de uno de los renglones agrícolas con menor nivel de producción en el territorio.
Directivos de la Agricultura en la provincia exponen que la siembra abarcó en ese período unas 1 300 hectáreas, con marcado predominio en el fomento del mango, bajo la estrategia de lograr en las más de 300 bases productoras del territorio al menos una hectárea de ese frutal intercalada con otras plantaciones de cultivos varios y café.
Las áreas de frutales al término del año anterior sobrepasaban en la provincia las 6 000 hectáreas, en tanto se planifica en el 2012 continuar el crecimiento, de ahí que esté concebido un abarcador programa de siembra a partir del mes de abril, dirigido hacia suelos que no se explotan actualmente y concibe, además, el intercalamiento con otras plantaciones.
Un objetivo esencial de la siembra y la producción de frutas apunta a lograr estabilidad con la presencia de estos renglones en la red comercializadora y en el abastecimiento a la industria local, con vistas a la elaboración de pulpas para sustituir importaciones que realiza Cuba.
La agricultura espirituana persigue mejorar este año la entrega de frutas a la fábrica de conservas y vegetales del territorio, toda vez que en el 2011 no se tributaron los niveles planificados en los renglones priorizados de guayaba, frutabomba y mango.
Uno de los territorios con mejor trabajo en el fomento de los frutales es el sureño municipio de La Sierpe, a través del complejo Sur del Jíbaro, entidad que en lo que va de enero ha extendido la plantación a más de 130 hectáreas utilizando áreas anteriormente improductivas.
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