El Club de vinicultores de Sancti Spíritus, creado en la década del 90 con productores de los municipios de Cabaiguán y Taguasco, produce vinos artesanales de reconocida calidad que gozan de prestigio a nivel de país.
Noel Morales, presidente de la Unión de clubes vinicultores de Cuba y de esta agrupación en el territorio, aseguró a Escambray que a lo largo de la historia la provincia se encuentra en segundo lugar por puntos acumulados en las competencias anuales de vino que se realizan a nivel nacional, donde consiguió seis veces el primer lugar en la última década.
En total suman unos 40 productores reconocidos y ente ellos sobresalen las bebidas de este tipo elaboradas por la propia familia de Noel (Vinos Don Noel), por Lidia Bello (Vinos La Bella), María Benita Sánchez (Vinos La Palmita) y Reinerio González (Vinos El Rubio).
Esta tradición, que se reconoce por los historiadores como una transculturación, llegó con los isleños de Canarias, pero como que en Cuba no existía tradición en el cultivo de la uva comenzaron a probar con otras frutas, fundamentalmente naranja, frutabomba, guayaba, carambola, entre otras.
Actualmente, casi todos los fabricantes también disponen de pequeños cultivos de uvas para elaborar las más refinadas variedades y se vinculan a las granjas urbanas de sus territorios que los abastecen con algunos insumos.
La costumbre de consumir vinos aquí, fundamentalmente durante una celebración, para los festejos de Navidad o fin de año, se ha retomado durante los últimos tiempos y las variedades que más se comercializan son las dulces y semidulces.
En su libro Entre comidas y vinos, el historiador Mario Luis López Isla asegura que las frutas del país mezcladas con agua, azúcar y levadura se convierten en este tipo de bebida fermentada con algún grado de alcohol.
Según reportes de páginas especializadas en Internet, el vino acompaña al ser humano desde hace varios milenios. Aunque su origen exacto se discute aún, las más recurrentes opiniones aseguran que ocurrió en algún lugar alrededor del Mediterráneo como Persia, Egipto, Grecia y Chipre.
Los romanos extendieron el cultivo de la vid y la elaboración de vino más allá del mar Mediterráneo, incluidas sus provincias en la Península Ibérica, de cuyos puertos zarpaban los barcos cargados con ánforas llenas en dirección a la Metrópoli.
Entre los beneficios del vino, se cuentan los efectos cardiovasculares, anticancerígenos, nutricionales, digestivos, antioxidantes y antiestrés.
Buenas, muy buen articulo pero es necesario que pongan mas articulos sobre este tema, ya que en todas las provincias existen clubes de vinicultores y personas que sin estar afiliados a ningun club realizan producciones a pequeña escala de vinos artesanales, y ademas de esto como podriamos comunicarnos con Noel Morales, presidente de la Unión de clubes vinicultores de Cuba, de antemano , gracias.