Al tiempo que amplía su actividad comercial, la sucursal espirituana del Grupo Empresarial LABIOFAM trabaja en 35 líneas de productos para uso veterinario y humano humano y al saneamiento ambiental con probada eficacia y aceptación en el mercado cubano.
Aparejado a la expansión de su actividad comercial, la sucursal espirituana del Grupo Empresarial LABIOFAM (Laboratorios Biofarmacéuticos) desarrolla la línea productiva y actualmente incursiona en la elaboración de 35 renglones destinados al uso animal, humano y al saneamiento ambiental con probada eficacia y aceptación en el mercado nacional.
Adalberto Madrigal Simón, subdirector de Producción de la entidad, precisó a Escambray digital que en la comercialización radica la labor principal de la sucursal del territorio, trasladando medicamentos para uso veterinario desde las unidades productoras radicadas en La Habana a fin de ofertarlos en Sancti Spíritus y otras provincias aledañas.
“También -agrega- ofertamos productos líderes elaborados en la provincia como el hidrolizado de proteína, destinado a todas las especies de animales domésticos; el insecticida Borilab y la Pepsina, un suero calostral bovino usado como cortante de la leche para la elaboración de queso”.
En la infraestructura agropecuaria local concentra el principal mercado de LABIOFAM en Sancti Spíritus, de ahí la prioridad concedida a los contratos de compraventa que alcanzan actualmente al 95 por ciento de la base productiva.
El mejor ordenamiento de la comercialización en esta área a través de la contratación favorece que estos productos de uso veterinario lleguen con regularidad a la base agraria, lo cual redunda en beneficio de la salud animal y eso se constata en una menor manifestación de varias enfermedades, como el cólera, precisa el doctor Arnulfo Pérez Hernández, especialista en Productos biofarmacéuticos en la entidad.
Otros renglones demandados por el mercado local y nacional son el rodenticida Biorat, para combatir plagas de ratones y el Garrapol, dirigido al control de insectos; en tanto, el pasado año la anteriormente conocida como Planta de bioplaguicidas del territorio, pasó a formar parte de la plataforma productiva de la sucursal espirituana, lo que apunta a consolidar la fabricación de estos productos, toda vez que la ahora denominada Unidad Provincial de Control de Enfermedades incursiona en 13 líneas de trabajo.
La ingeniera Mercedes Rivero Quesada, especialista del área de Producción, refiere que también trabajan los derivados de la colmena y otros productos locales como aceites para masajes, alcohol alcanforado y la solución acriflavina, un desinfectante de uso veterinario.
Recientemente en la cabecera provincial se abrió para la población la venta minorista de los renglones elaborados en el territorio de uso veterinario y otros productos naturales y reconstituyentes para el ser humano.
Paralelo a la vertiente de comercializar y producir, la sucursal espirituana LABIOFAM brinda servicios de saneamiento ambiental para el control de vectores con métodos biológicos que garantizan la protección del entorno y la salud humana y animal.
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