Debido a las lluvias asociadas a la tormenta tropical, llegaron a las presas espirituanas unos 140 millones de metros cúbicos de agua.
Visto desde el ángulo de la prevención, Isaac devino para Sancti Spíritus una especie de entrenamiento real al estilo de un ejercicio Meteoro de verdad. Desvelos, precauciones, y nada fue en falso, porque en el cono de trayectoria de cada medida el rumbo apuntaba a la protección humana y económica.
Pero, evento al fin, deparó preocupaciones en toda la provincia, de forma particular en lugares como Tunas de Zaza y el litoral norte, al tiempo que también nos dejó alguna que otra huella en el terreno de las afectaciones y, si un sector guardará positivos recuerdos de la tormenta, es el hidráulico, que vio llegar a los embalses unos 140 millones de metros cúbicos de agua, aunque por el alto nivel de llenado tuvo que evacuar alrededor de 100 millones.
Según Rafael Rangel, subdelegado de la rama, solo a la Zaza los escurrimientos de esos días tributaron más de 80 millones y tal inyección de líquido desencadenó la apertura de las compuertas del aliviadero Cayajaná, como quiera que la presa sobrepasó el nivel establecido para su régimen de prevención hidrológica -920 millones- y, si en un momento del pasado lunes las aguas llegaron a totalizar 946 millones, días después bajó el acumulado como resultado de la evacuación, en tanto, al mediodía de este jueves, cerradas las compuertas, el almacenamiento rondaba los 923.
Los beneficios de las lluvias de Isaac no fueron exclusivos para la Zaza, pues los demás embalses también bebieron de la tormenta, la mayoría hasta el punto de llenarse y tener que aliviar los excedentes. De forma total las presas de la provincia almacenaban este jueves 1 167 millones de metros cúbicos de agua, el 92 ciento de la capacidad.
Aunque allá en Jarahueca, José Proll y Pipo Hernández siguen creyéndose meteorólogos y discutiendo que fue allí donde más llovió -120 milímetros-, la red pluviométrica de Recursos Hidráulicos registró el pasado domingo otros 10 puntos de medición con totales superiores a los 100 milímetros, encabezados por Paso Ventura, con 148 milímetros. Fue tan lluviosa la jornada del 26 de agosto, que el territorio acumuló una media de 74 milímetros, y tan marcado el nivel de precipitaciones asociadas a la tormenta, que representó el 52 por ciento de toda la lluvia caída en agosto, período que sobrepasa su lámina histórica.
Para bien de Sancti Spíritus, Isaac fue más aliado que enemigo y su paso sirvió para demostrar la capacidad del territorio a la hora de preservar las vidas humanas y los recursos, enseñar la profesionalidad de la operaciones del aliviadero Cayajaná que, por cierto, de mayo a la fecha ha evacuado 800 millones de metros cúbicos de agua -otra presa Zaza- y hasta la prensa sacó provecho a la tormenta en un momento pico de “sequía informativa”.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.