Instalaciones de la cultura, los servicios y edificaciones de interés social fueron remozadas en el contexto del 26 de Julio en la sureña villa cubana de Trinidad.
Más que acoger la sede provincial por el 26 de Julio, la celebración deja en Trinidad una huella singular con la reparación de valiosas instalaciones de la infraestructura social, de los servicios y la cultura, al tiempo que prosiguen otros trabajos encaminados a restablecer los daños dejados por las intensas lluvias de mayo, sobre todo en la red vial y ferroviaria que enlaza a la villa con zonas rurales y montañosas.
El hecho más valioso de esta ofensiva de remozamiento impulsada en el municipio al calor de la efeméride del Moncada, lo constituyó la reapertura, después de 11 años sin prestar servicios, del Museo de Arqueología Guamuahaya, una de las joyas arquitectónicas de la ciudad -antigua casa Padrón- y única instalación de su tipo en la región centro-sur de Cuba que recoge pasajes de las etapas aborigen y colonial.
José Ramón Monteagudo Ruiz, primer secretario del Partido en la provincia de Sancti Spíritus, junto a otros dirigentes políticos y estatales y al destacado arqueólogo Alfredo Ranquin, presidió la reinauguración del emblemático Museo, sometido durante varios años a una reparación capital que incluyó la restauración de las pinturas murales y la colocación de nuevo mobiliario, trabajos que adelantan a Trinidad en la recuperación de sus valores históricos.
Las labores de restauración de las pinturas murales de la fachada y el interior del patio en el Museo de Historia de la Ciudad, radicado en el antiguo Palacio Cantero, se incluyeron entre las acciones acometidas y que reviven los valores patrimoniales de la sureña villa, declarada por la UNESCO en 1988 Patrimonio Cultural de la Humanidad, pues tales trabajos no se acometían en ese inmueble desde hacía más de tres décadas.
De gran impacto social para decenas de familias se consideraron las acciones de rehabilitación integral de 62 viviendas –faltan por terminar 12- ubicadas en el Callejón del Estrecho, en pleno Centro Histórico, un barrio que acumuló elevado deterioro constructivo y que fue transformado con el respaldo de la Oficina del Conservador de la Ciudad y el apoyo de los propios moradores.
La culminación de la segunda etapa de reparación de la escuela especial Jesús Betancourt, que acoge una matrícula superior a los 170 alumnos y la reapertura del restaurante Punta Brava, luego de ser recuperado de las afectaciones provocadas por las intensas lluvias de mayo pasado, figuraron también entre las obras estrenadas en Trinidad en el contexto de la celebración provincial del 26 de Julio.
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