Con casi 10 puntos de ventaja sobre el candidato opositor Henrique Capriles, el Presidente venezolano Hugo Chávez obtuvo la posibilidad de continuar con su proyecto revolucionario vital para América y el mundo.
Ya se puede respirar con alivio después de la merecida victoria del candidato y Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, sobre el opositor Henrique Capriles Radonski, representante de la derecha reaccionaria y del imperialismo, en las elecciones del domingo último en ese país.
Si bien no se puede decir que el triunfo haya sido holgado, para lo cual se hubiera requerido una ventaja mínima de al menos un 25 por ciento de los votos, la decisión mayoritaria en las urnas da margen suficiente para el optimismo y la alegría en el bando progresista, toda vez que estas elecciones revistieron diferencias notables con todas las anteriores.
En primer lugar, la oposición logró lo que nunca antes había podido concretar en 13 años de gobierno revolucionario, y fue la concertación en una llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de todas las fuerzas adversarias al actual proceso, con un solo candidato: Capriles, y una sola divisa: vencer a cualquier precio.
Además, para esta lucha por las mentes y los corazones de los venezolanos los opositores dispusieron del dinero de la poderosa oligarquía nativa y de cuantiosos aportes de otras fuerzas retrógradas en el continente que, según especialistas, incluyó a las clases dominantes de Colombia, Chile, algunos estados centroamericanos y europeos y los propios Estados Unidos, principalmente a través de ciertas ONG.
Y, como siempre, disfrutaron del apoyo de los medios nativos y extranjeros, puestos en función de una guerra psicológica contra Chávez y las conquistas de la Revolución venezolana, para, en una aplicación de los métodos goebelianos, repetir hasta el infinito crasas mentiras y medias verdades con el objetivo de confundir al pueblo y socavar la amplia base social del chavismo.
Empero, en los últimos meses y semanas de la contienda electoral se evidenció un cierto resquebrajamiento de la MUD, al abandonarla cuatro agrupaciones políticas y algunas conocidas personalidades, integrantes de los partidos que la conformaron, como David de Lima y William Ojeda, entre otros, quienes denunciaron el carácter neoliberal y la peligrosidad del programa oculto de Capriles Radonski, para el caso de resultar electo.
A los observadores internacionales no escaparon las posibles consecuencias que para la estabilidad regional y el progreso en la región hubiese tenido una victoria de la oposición en Venezuela. En ese sentido no faltó quien comparara el presente orden y su tendencia con un edificio al que se le quitara su principal cimiento. Resulta evidente que la actual cooperación y voluntad integradora en el subcontinente hubiera podido fácilmente venirse abajo.
Incluso, para un proceso tan importante como la paz en Colombia, que ahora entra en una etapa decisiva, la Venezuela bolivariana es garantía de apoyo solidario en el contexto de un mejoramiento general de las relaciones entre los dos países. De ahí la positiva repercusión de la victoria chavista en los medios de prensa del país vecino.
En cuanto a los Estados Unidos, el Presidente Chávez ha venido adelantando gestos tendentes a un mejoramiento de las relaciones entre las dos naciones y además ha expresado que existen múltiples terrenos en los cuales los dos países pueden colaborar.
Entretanto, con la única excepción de Miami y alguna que otra ciudad estadounidense, donde la colonia opositora ha llorado la derrota, llueven mensajes de felicitación a Chávez y al pueblo venezolano por su victoria y la ejemplar lección de democracia que ha ofrecido al mundo, con casi un 81 por ciento de asistencia a las urnas en un clima de total tranquilidad ciudadana.
En lo interno, el reelecto presidente tiene ante sí otros seis años de mandato para seguir impulsando sus medidas de beneficio popular, asumiendo la solución de importantes problemas como el de la vivienda, el desempleo y el combate a la delincuencia, la industrialización del país, el avance científico-técnico y la diversificación económica, fundamentalmente.
De otro lado, el próximo sexenio será vital para que Venezuela emerja como potencia económica, cultural y social, pivote principal en el esfuerzo integrador regional -que aún debe ser consolidado- e importante factor de estabilidad y equilibrio en la arena internacional, partiendo de su asociación estratégica con Cuba, Rusia, China, Argentina, Brasil, India, Irán y otras naciones.
Ante la patria del Libertador se plantean hoy colosales retos, pero se abren también formidables oportunidades.
El patriotismo BOLIVARiANO Y EL TRIUNFO DE PRESIDENTE CHAVEZ si hicieron actos de presencias semanas antes pues el opositor CAPRILES no quiso hacer compromisos en favor de la democracia pues el fue un payaso mas del circo armado en la ciudad bananera y en la casa blanca pues el no tuvo opciones que seguir en la gran carpa del circo pues sus misiones era hacer el efecto del domino a la inversa con integrar a la mayor cantidad de VENEZOLANOS al club de la miseria como en el pasado en el cual los gusanos anti-cubanos jugaban su rol de los tiranos descerebrados metiendo cuanta mentira se les hubo de ocurrir en los medios controlados lo propio hizo el gobierno norteamericano estas gentes no saben que es dignidad y respeto menos que su mentada democracia se hacen los idiotas pero no lo son pero si son ignorante pues no siempre las cosas no se logran con dinero pues los opositores los gusanos anti -cubanos y el imperialismo esta en un mundo negro y oscuro por incapaces y faltos de valores yo recuerdo que el lobo se disfraza de abuela y si caperucita se hace la incauta el lobo hubiera tenido buena cena posible este puede ser el plan de CAPRILES pero esto es un cuento viejo. Lazaro izquierdo