En este territorio de la región central de Cuba, el más castigado por las intensas lluvias de la semana anterior, se trabaja en diversos frentes de la recuperación y fue restablecido el servicio eléctrico en las comunidades afectadas.
Si algo quisieran pedir los trinitarios por estos días a los “santos” es un oreo. El territorio cubano que recibió los mayores niveles de precipitaciones necesita ahora que las lluvias le den un respiro a fin de acelerar los trabajos de la recuperación, sobre todo en los frentes de la agricultura y la infraestructura vial y ferroviaria, los más dañados.
Se ha determinado que un 60 por ciento -unas 1 200 hectáreas- de cultivos agrícolas fueron demolidas por las crecidas de los ríos y las inundaciones, asevera Ramón Naranjo, presidente del Consejo de Defensa Municipal.
“Las zonas del antiguo central FNTA y en los alrededores del río Agabama, que es donde se concentran las principales áreas para los cultivos varios, fueron muy castigadas por la crecida de ese río y del Caracusey. A partir de que los suelos pierdan ese encharcamiento que todavía persiste en muchas partes, la estrategia es replantear las siembras con cultivos de ciclo corto”, refiere Naranjo.
“Desde inicios de esta semana -agrega- se trabaja por fuerzas constructoras para restablecer los accesos a varias de esas comunidades rurales que quedaron incomunicadas debido a las roturas de puentes y obras de fábrica. Hay otros daños que la solución definitiva demorará por la envergadura de las nuevas obras a realizar, como son los casos de algunos puentes y las afectaciones al ferrocarril, que a la vez, es la principal vía de acceso a algunos lugares”.
Pasado el susto de las inundaciones, de las que no escaparon la ciudad de Trinidad y el costero poblado de Casilda, en el municipio se restableció el servicio eléctrico en todos los asentamientos que perdieron la corriente en los días de las intensas lluvias.
“Se trabajó con rapidez en la reposición de cinco transformadores, 15 postes y varios kilómetros del conductor primario; también estamos apoyando la reparación de la línea del caserío Can Cán, en plena montaña, perteneciente al municipio de Manicaragua, en la provincia de Villa Clara, porque no hay acceso al lugar desde aquella zona”, explica Raidel Díaz, director de la Organización Básica Eléctrica en el sureño territorio.
Dalgis Dueñas, especialista del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en ese municipio, no encuentra calificativos para explicar el reciente diluvio que empapó a la provincia de Sancti Spíritus. “Todos los estudios que teníamos sobre los riesgos y vulnerabilidades ante estos fenómenos se quedaron cortos; lo ocurrido en Trinidad y en sus áreas rurales no se compara con los eventos anteriores, tenemos evidencias de aquellas afectaciones, pero esto que acaba de ocurrir es algo inédito”.
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