Un sentido homenaje rinde hoy el pueblo de Yaguajay al diplomático cubano Crescencio Nicomedes Galañena Hernández, asesinado en Argentina en agosto de 1976, víctima de la Operación Cóndor que involucró a la dictadura militar del país andino y que costó la vida a miles de personas.
El tributo lo iniciaron los familiares de Galañena, cuyos restos mortales estarán expuestos casi hasta el mediodía de este jueves en la Casa Municipal de Cultura de Yaguajay, sitio hasta donde los pobladores del territorio acuden de forma ordenada
El 9 de agosto de 1976, a Crescencio Nicomedes Galañena Hernández y Jesús Cejas Arias, funcionarios de la embajada de Cuba en Argentina, los secuestraron al salir del trabajo y los condujeron a una de las instalaciones de Automotores Orletti, donde fueron torturados y después desaparecidos.
A pesar de las intensas búsquedas, no fue hasta el11 de junio pasado que un grupo de niños, cazando cerca del aeródromo de San Fernando, reparó en un oxidado barril repleto de mezcla de cemento con capacidad para 200 litros, del cual salían huesos, y llamaron a la policía, que también descubrió otros dos toneles similares con restos óseos.
Peritos argentinos dictaminaron que la osamenta encontrada en el primer barril pertenecía al diplomático de Yaguajay Galañena Hernández y desde ese momento se iniciaron los trámites para su repatriación.
Los restos de Galañena serán depositados al filo del mediodía en el Panteón a los Caídos en la Defensa en Yaguajay, después de que el pueblo le haya rendido honores al diplomático cubano.
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