La ciclista espirituana Yumari González dedica unos minutos de su limitado descanso para conversar con Escambray, vía telefóno, desde el velódromo Reynaldo Paseiro, de la capital cubana.
Entre pedalazo y pedalazo en la intensa preparación hacia Londres, Yumari González Valdivieso dedica unos minutos de su limitado descanso para conversar con los lectores de Escambray, vía telefóno, desde el velódromo Reynaldo Paseiro, de la capital cubana.
“Voy con muchos deseos de triunfar”. Es su carta de presentación, días antes de que comience el bregar por su segunda cita olímpica;
de hecho, ha sido la misma que ha tenido en casi dos décadas encima de su bicicleta. El reto de ahora no la amilana, aun cuando se sabe en desventaja en relación con el resto de las corredoras.
“Toda la preparación de este año la he realizado en Cuba, no he topado con mis rivales, por lo menos las más fuertes, he hecho solo tres carreras: la que me dio la clasificación durante el Panamericano, la vuelta a El Salvador y en Venezuela; de hecho, en el Mundial no participé en la ruta, pero no puedo buscar obstáculos, sino soluciones. Además, ya estoy acostumbrada.
“Hago tramos diarios de 140 y 170 kilómetros y me siento muy bien; según referencias, la ruta que correré en Londres tiene repechos, pero cortos”.
Frescas aún las imágenes del electrizante final de la ruta panamericana en Guadalajara, cuando Cuba copó el podio con la plata para Yumari, la multimedallista mundial sabe que ahora no tendrá esa ventaja y todo depende su propia fuerza.
“Correré sola, siempre es bueno hacerlo en equipo, pero eso no me preocupa; sé que voy a ciegas, pues no tengo referencia de mis rivales, hay que cuidarse de todas y ellas tienen que cuidarse de mí, recuerda que esta es una carrera de resistencia y de táctica”.
En la ceremonia de abanderamiento de la delegación cubana recayó en Yumari la lectura del compromiso de los atletas para la cita, un honor que agrega gramos en las aspiraciones de la cabaiguanense.
“Es un orgullo que me elijan, eso muestra que me dan un valor y que me he sabido ganar el respeto de todos”.
La Olimpiada de Beijing no dejó buenos recuerdos en la bicampeona mundial de las pistas, quien se ubicó en los últimos puestos de la ruta. Pero desde que el propio 28 de julio, fecha de inicio de la cita, comiencen las competiciones del ciclismo, González solo mirará hacia adelante, aun cuando su prueba será la de cierre.
“Solo pido que confíen en mí, que sepan que daré el máximo, ojalá se me dé la oportunidad de obtener esa medalla, que es la única que me falta y quiero dedicarla a mi hijo Alex”.
¿Te retiras?
Después hablamos de eso.
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