Con la única credencial de jugar pelota de manigua, Yohanny Diosmel Hernández Cruz ocupa hoy un puesto dentro del staff de lanzadores en la preselección de los Gallos.
Casi sin quitarse los ariques de La Yamagua, un pueblo diminuto del municipio de Taguasco, Yohanny Diosmel Hernández Cruz ha logrado escalar peldaños en el béisbol grande de Sancti Spíritus.
Desde esos confines llegó con la única credencial de jugar la llamada pelota de manigua, una suerte de convite entre amigos para pasar un buen rato.
Pero su condición de zurdo en un béisbol que tiene carencias de los jugadores de esa mano, y sobre todo su disposición para subirse al box, atrajo el olfato de los técnicos espirituanos hasta llevarlo al staff de los Gallos en la pasada campaña y convertirlo en uno de los principales relevistas.
De esta forma sumó la mayor cantidad de partidos relevados en el equipo con 31. Para ser debutante, Yohanny archivó una meritoria hoja de servicios: en 48 y un tercio, logró un balance de cuatro ganados, dos perdidos y dos salvados, con 2,98 PCL, 28 ponches y 21 boletos, no cometió wild pitch y propinó dos pelotazos.
Sus lances promedian entre 86 y 87 millas y de él los entrenadores ponderan el control y la manera en que defiende su partido.
“Desde pequeño juego pelota allá en mi barrio en una liga de campo; aprendí a lanzar solo, porque era lo que me gustaba. Un día me vio allá Orelvis Ventura, entrenador de Taguasco, y me dijo que si podía ir al Campeonato Nacional Juvenil para cubrir por un jugador que habían sacado de la EIDE, fui y en ese torneo terminé con balance de 2-2, más dos salvados”.
Con ese saldo Yohanny logró integrarse a los campeonatos provinciales y a las preselecciones de los Gallos. Mas, las dificultades que tiene en su ojo derecho despertaron cierto recelo a la hora de llamarlo a la principal selección, hasta que Yovani Aragón asumió el riesgo y apostó por su brazo con la intención de emplearlo básicamente ante los zurdos.
“Sentí una gran satisfacción ya que me dieron la oportunidad de probar mis posibilidades como pitcher, entonces me dije a mí mismo que no podía defraudar esa confianza, pues ya en los juveniles soñé con estar en el equipo de Sancti Spíritus, aunque sabía que debía ser poco a poco porque uno no puede surgir de la nada, hay que trabajar bastante.
“La dificultad en el ojo no me ha impedido nada, desde que tenía cuatro años me di ese golpe y hasta ahora he desempeñado mi carrera sin problemas, ya estoy adaptado”.
Su debut en la serie no pudo ser peor. En la primera subserie de los Gallos frente a Cienfuegos en el “Cinco de Septiembre” Juan Manuel Soriano le disparó un cuadrangular que fue visto en toda Cuba por las pantallas de la tele.
“Fue una experiencia para mí, me di cuenta de que esto es otra cosa y que me confié demasiado en los envíos, me sirvió de gran ayuda, a partir de ese momento presté mayor interés y me esforcé más en cada lanzamiento y en cada salida”.
No fue menos estresante el desquite. En el Latino, con las bases llenas y Alexander Malleta al bate, Aragón le vuelve a dar la bola; cámaras televisivas en acción.
“Me dieron confianza y no podía quedar mal, el juego estaba 3-2 a favor de nosotros, me dijeron: “Arriba, que te toca a ti”; me animé: bueno, vamos pa’lante, y le di un ponche clave. No me asusté, mis compañeros me decían: “Cuando pitchees en el Latino vas a sentir un poco de presión”, pero yo decía para adentro: estoy loco por lanzar ahí para ver qué se siente. Creo que lo hice bastante bien”.
Poco a poco los golpes ayudaron a ampliarle los lanzamientos que, al decir del mánager Aragón, han llegado a las 90 millas, algo ideal en un zurdo con control.
“Orelvis me ayudó a perfeccionar el trabajo, ya aquí tengo que agradecer a todos los entrenadores, principalmente a Aragón por darme la confianza de lanzar en la Nacional, a Ifreidi Coss, y Roberto “El Caña” Ramos, que siempre están encima de mí para que lance bajito, con los lanzamientos, para trabajar con el control, pues son pocos los zurdos que lo tienen, tiro recta, curva, sinker y el cambio de bola que lo comencé autilizar ahora”.
¿Y ese lanzamiento medio extraño que tiras?
“Esa es la curva, le quito y le pongo a la velocidad, principalmente ante los zurdos, yo confío en ese lanzamiento”.
Tu mánager está pensando en convertirte en abridor, ¿qué piensas de ese cambio tan brusco?
“El relevista siempre viene en situaciones complicadas, pero tengo mi calma y mi paciencia encima del box, ahí el que manda soy yo. Ya en la provincial me desempeñé como abridor, y sé que hay que trabajar más entradas, pero estoy listo igual para ayudar a mi equipo a clasificar primero, y luego ya veremos”.
Ese va ser el mejor picher de SSP
FELICIDADES A ESE MUCHACHO!!!!, TUVE LA OPORTUNIDAD DE ABRAZARLO EN EL LATINO AL CONCLUIR EL JUEGO DEL POCHE A MALLETA, CREO TIENE FIBRA Y PUEDE LLEGAR LEJOS SI SE LO PROPONE.
MUCHO ENTRENAMIENTO, DISCIPLINA Y CALENTAR BIEN ANTES DE EMPEZAR.