El papa Benedicto XVI ofreció este domingo la última misa en la Plaza de San Pedro, que contó con la asistencia de más de 100 mil personas.
Joseph Ratzinger, cuyo papado comenzó el 19 de abril de 2005, comunicó que no abandonará la Iglesia católica y se dedicará a la oración y a la meditación pero de una manera más adecuada para su edad, precisó.
La cita contó con un riguroso control de la policía para garantizar la seguridad de los presentes, con el despliegue de unas dos mil personas entre oficiales y voluntarios, así como se ubicaron francotiradores en los tejados.
El próximo miércoles, el Sumo Pontífice ofrecerá la última audiencia general en la Plaza de San Pedro.
Benedicto XVI, que terminará su pontificado el próximo jueves, se reunió la víspera con el presidente de Italia, Giorgio Napolitano, a quien expresó sus mejores deseos para el bien de la nación, sobre todo en estos días de decisiones difíciles, aseveró.
Ratzinger será llamado Su Santidad después del día 28 de este mes y dejará de ser cardenal para convertirse en obispo emérito de la Iglesia católica, anunciaron fuentes del Vaticano.
Con la salida de Benedicto XVI de la Santa Sede, se convierte en el cuarto Papa en renunciar en la historia y el primero en hacerlo en 600 años.
El Sumo Pontífice se retirará por espacio de casi dos meses a una residencia campestre fuera de esta capital, antes de recluirse en un monasterio en los jardines del Vaticano.
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