Cuba deja de ingresar más de 300 millones de dólares anuales a la economía por la aplicación de las leyes del bloqueo norteamericano que impiden las ventas de tabaco en esa nación norteña.
De no existir esa injusta medida se podrían comercializar unos 150 millones de unidades de las 27 reconocidas vitolas de Habanos.
Jorge Luis Fernández Maique, vicepresidente de la Corporación Habanos S.A., encargada de su distribución en más de 150 países, señaló que el país caribeño cuenta con la materia prima y la experiencia de sus trabajadores para acometer ese compromiso.
Cuando se levanten esas ilegales restricciones comerciales estaríamos en condiciones de entregar en el primer año unos 50 millones de unidades, afirmó.
Recordó que antes de 1959, tabaco, ron y café eran algunos de los productos cubanos que tradicionalmente destinaban sus producciones hacia esa región.
Esta política también niega el acceso al mercado del tabaco mecanizado, sector en que la Isla desarrolló su industria con la finalidad de producir las marcas Minis, Club y Puritos, muy demandados entre los fumadores, por su alta calidad.
Estadísticas de los últimos cinco años hablan de la preferencia de hombres y mujeres por este producto cubano.
Con más del centenar de casas comercializadoras distribuidas por todos los continentes, al tabaco cubano se le cierran las puertas en el llamado país de la libertad, después que los Estados Unidos impusiera el más cruel y prolongado bloqueo económico, financiero y comercial en la historia de la humanidad.
Hombres famosos como Abraham Lincoln, Napoleón Bonaparte, Stalin, Sigmund Freud, Orson Welles, Winston Churchill y Enrico Caruso, entre otros, no pudieron escapar al hechizo ejercido por la combustión de la hoja, acto practicado por los nativos de la Isla y que sorprendiera a Cristóbal Colón y sus acompañantes al llegar a Bariay en 1492.
Por desgracia el imperialismo creador de la irracional ley que va en contra del desarrollo del tabaco en medidas y formas esconden sus verdaderos rostros que la historia recoge y reconoce sin precedente y perturbador pues favorece a los anti-cubanos podrido en maldad odio rencor y mas por razones conocidas por todos para procrear juntos las mas atroces y mezquinas asociaciones que nunca va trascender positivamente pues tienen el alma enferma de falsedades basadas en sus oscuras intenciones de robar las marcas registradas del habano cubano a pesar que hay muchos fieles seguidores del tabaco cubano en la propia uniones norteamericanas. Lazaro izquierdo