La doctora espirituana Caridad Cancio López, al frente de la misión educativa en Bolivia, revela detalles del aporte cubano en ese país andino.
“Yo sí puedo seguir” anima a todo el pueblo boliviano a no frenarse en el saber elemental de leer y escribir. La resolución de superarse y crecer en esa cultura que liberta emerge con el altruismo de hombres dispuestos a enseñar.
Este programa cubano de post-alfabetización se desarrolla en la geografía andina hace ya cuatro años, de acuerdo con la doctora espirituana Caridad Cancio López, representante de la Ministra cubana en la misión educativa en el Estado Plurinacional de Bolivia.
“El 44.55 por ciento de los graduados a sexto grado se han alcanzado entre los meses de marzo y agosto. También, más de 22 000 maestros se han auxiliado de nuestras acciones de capacitación y 155 000 bolivianos se han beneficiado con el programa cubano”, informa a Escambray vía electrónica.
“Los educadores cubanos que tenemos aquí se han entregado con amor, respeto y profesionalidad a las tareas relacionadas con la alfabetización y post-alfabetización. Estamos dando lo mejor de nosotros para que avancen dentro del proceso de cambio que se vive en este país.
“Resultó muy emotivo escuchar el agradecimiento de las autoridades educativas. Indiscutiblemente, el orgullo de ser cubana y además de ser maestra, se eleva cuando sé que una isla tan pequeña como la nuestra está en el corazón todo de América”, confiesa y evoca aquel día en que su espíritu de servicio aterrizó en Suramérica.
“En los inicios fue muy fuerte, lejos de todo y de todos. No es lo mismo dirigir en nuestro país que hacerlo en el exterior”, cuenta la antes rectora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas (UCP) Capitán Silverio Blanco Núñez de Sancti Spíritus.
No solo el rectorado; la dirección del departamento de Español- Literatura, el decanato de la Facultad de Humanidades y el Vicerrectorado docente de dicha institución escolar fueron dirigidos por esta mujer.
“Mi más linda experiencia fue como decana, estaba más cerca de mis estudiantes”, revela y mezcla el recuerdo con el hoy cuando enumera varias vivencias tras sobrevolar el mar: “Conocer el contexto boliviano, adentrarme en la nueva encomienda de la Revolución y ganarme el prestigio ante la Embajada Cubana.
“Visitar los lugares por donde anduvo nuestro querido Guerrillero Heroico, bajar a la fosa donde lo encontraron, estar en la escuela donde lo asesinaron cruelmente y transitar por su ruta fueron emociones nunca antes vividas; también estar en el lugar donde fue sepultada Tamara Bunke. Me identifiqué aún más con ella por su condición de mujer guerrillera”.
De lo conocido y enseñado: “De este país hemos aprendido y aprehendido una cultura milenaria, una disposición del pueblo a insertarse en el proceso de cambio, y sobre todo, ¡cómo aún quedan cosas por hacer en nuestros pueblos americanos!
“De Cuba, hemos trasladado el pensamiento de Fidel, la ideología de nuestro Partido y los logros de le educación cubana, que goza de mucho prestigio y autoridad en el mundo. Los cubanos en todos los lugares damos muestras de solidaridad, humildad, profesionalismo, calidad humana y compromiso político. Eso nunca hemos dejado de mostrarlo con sano orgullo”.
¿Algún mensaje para la tierra del Yayabo?
“A mis colegas, alumnos y todos los espirituanos: sigan siendo los revolucionarios inconformes de todos los tiempos”.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.