El anuncio de la incursión de los profesionales en las competiciones boxísticas internacionales abre expectativas e interrogantes.
Tales noticias más que quitarle el sueño animan los sparrings de Yosvany Veitía, el primer púgil espirituano que debe vivir la experiencia cuando suene el gong de la publicitada Serie Mundial a iniciarse en noviembre próximo.
De momento, las altas temperaturas veraniegas le sirven para calentar su entrenamiento para el compromiso más cercano que tiene en su ruta hacia la cita universal.
A finales de agosto debe cruzar guantes en los 49 kilogramos con Joselito Velásquez, cuando se concrete el tope entre los equipos Domadores de Cuba y Guerreros Mexicanos.
Para el internacional fomentense este será un duelo revancha, pues Velásquez fue su victimario en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 en lo que muchos consideraron un fallo controvertido a favor del local. Está por ver si el mexicano aprovecha otra vez la localidad o si el espirituano no da resquicio a los jueces. Aunque sin todas las exigencias de la lid mundial este es el primer ensayo en el que debe pelearse de acuerdo con las nuevas reglamentaciones de la Federación Internacional que, entre otras modificaciones, estableció la eliminación de la cabecera, cinco asaltos de 3 minutos, guantes de más peso -de 8 a 10 onzas para los púgiles de hasta 64 kilogramos y de 12 onzas para los de 69 en adelante-, boletas para los jueces y un mayor despliegue del espectáculo a tono con la distinción del boxeo profesional.
Tanto Cuba como México están incluidos en uno de los dos grupos eliminatorios en que se dividirán las 12 naciones inscriptas para la Serie Mundial en su cuarta edición.
Tal como se ha informado, Cuba presentará a esta justa una selección integrada enteramente por boxeadores cubanos, que peleará contra conjuntos “multinacionales”; o sea, que admiten púgiles de otros países y en todos los casos deben tener menos de 20 peleas profesionales, límite fijado en el reglamento de la federación de este deporte.
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