El gobierno brasileño desechó la idea de convocar a un referéndum para llamar una Asamblea Constituyente exclusiva para impulsar una reforma política y optó ahora por celebrar una consulta popular.
El ministro de Educación, Aloizio Mercadante, resaltó este martes que no se cuenta con el tiempo suficiente para llevar a cabo una Constituyente y la propuesta es celebrar una plebiscito el 7 de septiembre o el 15 de noviembre próximos para consultar a la ciudadanía sobre la reforma política.
«Lo que queremos es hacer una reforma política con la participación popular. El instrumento que tenemos es la comprensión que permite el referéndum, es la gente que va a participar y votar», resaltó el titular en rueda de prensa.
Mercadante recalcó que la escasez de tiempo y la falta de consenso entre líderes políticos motivo el abandono de esa alternativa (la Asamblea Constituyente) por parte de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Puntualizó que el vicepresidente del país, Michel Temer, y el líder de la Cámara de Diputados, Henrique Eduardo Alves, rechazaron la opción de la Constituyente en un encuentro con Rousseff.
«En estas consultas hubo un entendimiento para la realización de un plebiscito con un enfoque en la reforma política, que es un tema clave para mejorar la calidad de la representación política en el país, para ser más permeable y oxigenar las aspiraciones populares (de la gente) que se están manifestando en las calles», subrayó.
El ministro recalcó que la idea de convocar a una consulta popular constituye la vía «más rápida posible» para garantizar en el más breve tiempo que los eventuales cambios en el sistema político entren en vigor antes del proceso electoral del próximo año.
En la consulta popular, los electores deberán responder a preguntas directas sobre los temas de la reforma política, como financiamiento de campañas y la representación política, aseveró.
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