Continúa el procesamiento industrial para la elaboración de la pasta destinada a sustituir la importación de este producto
A tono con el buen comportamiento agrícola que exhibe la cosecha de tomate, el procesamiento industrial denota estabilidad desde la arrancada de la molida el pasado 19 de febrero y transita bajo un esquema organizativo y de aseguramiento que persigue respaldar el compromiso de la provincia en este programa de sustitución de importaciones.
La fábrica Conservas de Vegetales de Sancti Spíritus planificó procesar entre febrero y mayo 8 800 toneladas de tomate (2 800 más que la campaña precedente), con la finalidad de elaborar más de 1 000 toneladas de pasta de alta consistencia destinadas a cubrir necesidades internas de este producto balanceado nacionalmente y así evitarle al país la compra en el exterior.
El crecimiento del plan de molida obedece al incremento de la siembra, al empleo de variedades más idóneas para este fin y a la mejoría de los precios de compra al productor; también contribuye la interrelación de trabajo entre la Agricultura y la Industria, según afirma Juan Carlos Guzmán, director general de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Conservas de Vegetales.
“Desde la arrancada de la campaña todo ha ido funcionando, cumpliéndose el cronograma de entrega desde el campo en correspondencia con la capacidad diaria de molida -unas 120 toneladas- y el tomate cosechado tiene favorables parámetros de coloración, maduración y consistencia”, subraya el directivo.
Única de su tipo en la provincia, esta planta explota una línea séptica con más de 10 años de trabajo y elabora un producto final de calidad, sobre la base de la utilización de 8,7 toneladas de tomate fresco para elaborar una tonelada de pasta a 30 grados de brix (alta consistencia).
“Si esas más de 1 000 toneladas de pasta se produjeran con un brix inferior, por ejemplo entre 14 y 16 grados, se requerirían unos 9 000 tanques para envasar ese producto; mientras concentrar la pasta a un brix alto (lo máximo es 32 grados) permite ahorrar unos 4 000 recipientes e igual cantidad de bolsas sépticas y también alargar la vida útil del producto hasta un año”, expone Juan Carlos.
Según la propia fuente, el procesamiento no ha tenido interrupciones, existe un positivo aprovechamiento de la capacidad de molida y el rendimiento industrial resulta favorable de acuerdo con la conversión de materia prima por tonelada de pasta elaborada.
Esto es bueno pero todavía es insuficiente la capacidad industrial instalada y cuando llega el pico de producción se pierden en el campo cientos de toneladas que pudieran ser procesadas. Esto lo puedo ver cuando hago recorridos y converso con los productores los cuales me dicen que se han beneficiado con el aumento del precio del quintal a 100.00 CUP pero si no faltan las cajas entonces sobra tomate en la industria y se pudre en el campo. Se deberían construir nuevas industrias para conservar alimentos y de esa manera se aprovecharía todo y se ahorraría dinero dejando de importar productos como el puré de tomate y otros que se ofertan en las tiendas en divisas que se compran en el extranjero.