Con propuestas este fin de semana que rescatan y mantienen sus tradiciones, la fiesta popular más importante de Cabaiguán celebra sus 100 años de existencia.
Nuevamente los tambores animan a la conga; otra vez las carrozas toman posesión de la avenida Sergio Soto, calle Valle para los cabaiguanenses; junto a la guitarra, el acordeón, la bandurria, el timple y la pandereta, anuncian una festividad enraizada a lo más autóctono de la cultura africana e hispánica.
Desde el viernes y hasta este domingo Cabaiguán disfruta del carnaval número 100, con el rescate y mantenimiento de costumbres.
En declaraciones a Escambray Rafael Alonso Valdés, director municipal de Cultura en el municipio, señaló que la fecha es propicia para resaltar a los personajes populares, homenajear a quienes fueron seleccionadas como estrellas y luceros de años pasados y rescatar todo lo bueno que en un siglo se ha celebrado en Cabaiguán.
Como una de sus principales propuestas, el público disfruta de las comparsas artísticas El Torero y El muerto se fue de rumba, muy populares a mitad del siglo pasado en la localidad. A cargo de su rescate la coreógrafa y metodóloga de tradiciones e investigación de la Casa de Cultura cabaiguanense Felicia Estepa Valdivia, declaró a este semanario: “Las dos presentaciones tuvieron gran trascendencia antaño por su trabajo coreográfico y las retomamos juntas porque fusionan la cultura hispánica con la africana: las raíces principales de nuestro folclor”.
Los comienzos en 1913 por iniciativa de la Sociedad de Instrucción y Recreo Colonia Española marcaron el nacimiento del carnaval cabaiguanense, celebración que seduce a lugareños y transeúntes con el desfile de carrozas, las comparsas y las calles engalanadas, a manos de un pueblo que se divide en dos barrios: Oriente y Occidente, para dar vida a la tradición.
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