Los caficultores han recolectado unas 700 latas en las zonas bajas del Algarrobo y Caracusey y en varios puntos del municipio de Fomento.
Los primeros granos de café comenzaron a “gotear” en las montañas de Sancti Spíritus en anuncio de la arrancada de la campaña 2013-2014 que vuelve a tener la calidad en el centro de sus prioridades.
En correspondencia con los bajos niveles de maduración propios de esta época, los caficultores han recolectado unas 700 latas sobre todo en las zonas bajas del Algarrobo y Caracusey pertenecientes a la empresa de Trinidad y en varios puntos del municipio de Fomento.
Leovaldo Cruz Duardo, especialista del ramo en el territorio significó que como distinción de la cosecha este año se dispone de unas 200 hectáreas menos lo cual obedece a la estrategia de renovación de las áreas contempladas en el programa de desarrollo que se ejecuta en la provincia y que, según esta propia fuente, debe comenzar a dar sus primeros saltos a partir del 2014.
“La intención es lograr una mayor calidad en la recolección y en el procesamiento industrial para aumentar la eficiencia y superar el estimado de las 55 mil latas”.
Explicó que como garantía de calidad más del 90 % de la recogida se asumirá por fuerzas propias, (entre ellas cerca del 60 % del sector cooperativo y campesino) y más de la mitad del estimado pertenece a la variedad arábigo, de mucha mayor demanda en el mercado exterior.
El especialista refirió que se pretende vender más del 70 % del café con categoría de primera calidad por el bajo índice de imperfecciones, un indicador en el que Sancti Spíritus se ubicó entre las tres primeras provincias de Cuba el pasado año.
Otro elemento que distingue la actual cosecha es el inicio del procesamiento en la despulpadora ecológica en la zona de La Felicidad en las alturas trinitarias de Topes de Collantes, lo cual facilitará un mayor rendimiento industrial, menos consumo de agua y por consiguiente menos contaminación al medio ambiente al disminuir los residuales.
De acuerdo con la propia fuente este año se dispone de una mayor garantía de los recursos e insumos fundamentales tanto para asumir la cosecha como la siembra que está a punto de concluir con las 405 hectáreas comprometidas en el programa anual que como distinción dedica el 70 % de las áreas a la variedad arábigo.
Ello responde al objetivo de la provincia y el país de potenciar la producción cafetalera internamente para disminuir gradualmente la dependencia de las importaciones e inyectar las exportaciones en función del propio desarrollo de la rama.
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