El equipo espirituano necesita inyecciones de agresividad con mejor técnica a la hora de manejar el balón para lograr los tesoros perdidos: goles y victorias.
La sequía goleadora que ha distinguido al equipo espirituano en la edición 98 del Campeonato Nacional de Fútbol picó el boleto de ida sin regreso al seleccionado de casa, que empató a cero ante Las Tunas en la cancha aledaña a la Universidad Pedagógica Capitán Silverio Blanco Núñez, en la ciudad del Yayabo, donde cerró su actuación en el torneo.
Ni el mismísimo Ariel Martínez pudo esta vez crear peligros en la puerta rival, en un partido bastante tranquilo, con algunas subidas y bajadas de ambas escuadras, pero hasta ahí.
Escasas fueron las situaciones creadas por los yayaberos para anidar la esférica en la red contraria y esas no se aprovecharon bien, suficiente para ese empate, que sí les dio paso a los tuneros a la siguiente fase, al acumular siete puntos, uno más que los espirituanos.
Ganar era la única opción y ello merecía un poco más de riesgo en la estrategia ofensiva y de una actitud diferente del once de casa, porque para anotar goles hay que llegar cerca del área y tirar a puertas. Y en desafíos muy tranquilos, los goles suelen esconderse y también pasar cuentas, o lo que es lo mismo, hacerte esperar hasta el próximo campeonato.
No se pudo aprovechar ni el empate a cero también entre camagüeyanos (nueve puntos) y avileños (siete puntos). Los ganaderos clasificaron como primeros del grupo a la segunda fase y los tuneros como segundos; Ciego de Ávila también quedó en el intento.
A manera de resumen, los futbolistas espirituanos anotaron cuatro goles, tres de Ariel Martínez y uno de Yunieski García, y recibieron siete anotaciones de los contrarios. Apenas pudieron vencer a Ciego de Ávila 1-0. En el resto del calendario solo encontraron derrotas y empates.
Ahora, al pasar revista con ojo crítico y buscar opciones para cambiar el rostro de este dividendo adverso, entre otras cosas, el equipo espirituano necesita inyecciones de agresividad con mejor técnica a la hora de manejar el balón para lograr los tesoros perdidos: goles y victorias.
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