La iniciativa de Pastores por la Paz busca romper el bloqueo que la Casa Blanca mantiene contra Cuba hace más de un siglo.
Activistas de Canadá y Estados Unidos recolectan este miércoles artículos humanitarios que enviarán a Cuba como parte de la XXIV Caravana de Pastores por la Paz, iniciativa creada en 1992 para desafiar el bloqueo de Washington contra la isla.
En la presente edición participan casi 100 activistas de ambos países norteamericanos y también de México que se proponen recorrer al menos 40 ciudades de sus respectivas naciones antes del próximo día 18, indicó el sitio digital del proyecto filantrópico.
Durante las visitas hablarán sobre los efectos devastadores del cerco económico, financiero y comercial estadounidense, el cual ha costado al menos un billón 66 mil millones de dólares al pueblo de la nación caribeña y viola las normas del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas.
Tamara Hansen, coordinadora de las Comunidades de Vancouver en Solidaridad con Cuba, confirmó a Prensa Latina que en esta semana prevén visitar las localidades canadienses de Waterloo, Toronto, Hamilton y Kingston a fin de recopilar donativos para los sectores del deporte, la salud y la educación, algunos de los más golpeados por el cerco.
Este año también recogerán herramientas de construcción y suministros para ayudar en la reconstrucción de la provincia de Santiago de Cuba, ubicada en la región oriental de la nación caribeña y severamente afectada por el huracán Sandy en octubre pasado.
De acuerdo con Hansen, los caravanistas tienen previsto entrar el próximo día 14 a Estados Unidos por el cruce limítrofe de White Rock-Blaine, ubicado en la costa oeste de Canadá.
En Estados Unidos, el convoy viajará a Nueva York, Little Rock, Milwaukee, Hartford, Ashland, Pensacola, Buffalo, Seattle, Dallas, Fresno, Montclair, Bloomington, Indianapólis, Pittsburgh, Kansas City, Detroit, Oakland y Minneapolis, entre otras ciudades.
Pastores por la Paz es un proyecto ideado por el fallecido reverendo norteamericano Lucius Walker, para llevar a Cuba asistencia humanitaria y medicinas en camiones escolares amarillos, sin pedir autorización ni licencia a las autoridades federales.
Esa iniciativa busca romper el bloqueo que la Casa Blanca mantiene contra la nación antillana hace más de un siglo, aunque la comunidad internacional ha condenado y exigido el levantamiento inmediato de esa medida hostil durante 21 años consecutivos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Los caravanistas juntaron el año pasado 100 toneladas de ayuda, pero la aduana estadounidense obstruyó el paso de un lote canadiense en White Rock-Blaine y además confiscó seis computadoras en el puente internacional de Hidalgo, en la frontera con México.
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