La muerte 245 personas en un incendio en una discoteca de Santa María, en el sureño estado de Rio Grande do Sul, generó conmoción y alarma en todo Brasil, cuyo gobierno fue movilizado por esta tragedia.
La presidenta Dilma Rousseff regresó al país desde Chile, donde pretendía participar en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), debido a este siniestro.
Rousseff anunció su viaje a Santa María para acompañar a los familiares de las víctimas y visitar a los heridos.
Puntualizó que fue instalado un gabinete de crisis, y se ofreció toda la ayuda necesaria al Gobernador del estado, Tarso Genro, quien se encuentra en Santa María para brindar total apoyo a las víctimas.
Las últimas cifras ofrecidas por autoridades de Santa María señalan que el número de muertos se elevó hasta 245, mientras decenas resultaron heridas.
Se trata de la peor tragedia ocurrida en ese estado, destacó el jefe del Cuerpo local de Bomberos, Guido Pedroso de Melo, al señalar que la mayoría de los ciudadanos falleció debió a la inhalación de humo, según un reporte del canal de la televisión Globo.
El incendio comenzó en la madrugada de este domingo en la discoteca Kiss, en Santa María, a 286 kilómetros de Porto Alegre, la capital regional, cuando – según testigos presenciales- un animador lanzó una bengala que prendió fuego al techo de poliespuma, lo cual desató pánico entre las personas que estaban en la instalación.
De Melo señaló que el centro recreativo tenía solo una puerta y todo indica que estaba cerrado cuando comenzó el fuego.
Los bomberos tuvieron que derrumbar una pared para acceder al local e intentar socorrer a los atrapados entre las llamas y el humo, agregó.
La secretaria de Salud municipal indicó en un comunicado que los lesionados fueron trasladados a seis clínicas, algunas ubicadas fuera de la ciudad.
Anunció que se analiza la posibilidad de instalar una sala con camas en el hospital de Porto Alegre para prestar la mejor atención a los heridos.
Se estima que entre mil y mil 500 personas, la mayoría adolescentes, se encontraban en la discoteca cuando se produjo el siniestro.
El prefecto de Santa María, Cesar Schirmer, decretó luto oficial por 30 días y solicitó la colaboración de todo el personal médico de la localidad, incluido psicólogos, para atender a los lesionados y a las familias de las víctimas.
Canales de televisión, radioemisoras y páginas web de diarios brasileños ofrecen todo tipo de información sobre este hecho, que conmocionó a la población.
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