En Ecuador y en América Latina ya no vivimos una época de cambio, sino un cambio de época, afirmó este jueves en Francia el presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
,Durante la presentación de su libro «De Banana Republic a la no República», efectuada en la Academia Diplomática Internacional, expresó el mandatario que la vía en Latinoamérica para superar las inequidades es el Socialismo del Siglo XXI, caracterizado por la búsqueda de la supremacía del ser humano sobre el capital.
Ante más de un centenar de intelectuales, diplomáticos, dirigentes de partidos políticos y diputados, Correa denunció que las políticas neoliberales aplicadas en el pasado convirtieron a esa región en la más desigual del mundo.
El mandatario lamentó que en Europa se estén cometiendo hoy esos mismos errores y se utilicen iguales recetas para tratar de salir de la crisis.
«Este libro nos invita a reconsiderar esas políticas a la luz de su fracaso en América Latina», dijo.
El texto, que estará a disposición del público en todas las librerías, contiene una compilación de artículos económicos publicados por Correa a lo largo de 20 años.
«Yo no soy neutral, estoy a favor de América Latina y de los pobres. Este libro está escrito con parcialidad, pero también con objetividad», dijo.
El sociólogo francés Edgar Morin consideró que, a pesar de las diferencias entre Francia y Ecuador, en este libro se pueden encontrar analogías profundas por la sumisión de Europa al neoliberalismo y a los imperativos de la competitividad en detrimento de los trabajadores.
Morin, quien tuvo a su cargo el prefacio de la obra, expresó su esperanza y su confianza en la Revolución Ciudadana impulsada en Ecuador y la idea del buen vivir, que significa el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza.
La presentación del texto fue una de las múltiples actividades desarrolladas hoy aquí por el presidente ecuatoriano en su segundo día de visita oficial a Francia.
Correa comenzó su jornada con un encuentro con la dirección del Movimiento de Empresas de Francia y luego se reunió con el presidente Francois Hollande, con quien firmó acuerdos para fortalecer el intercambio en materia de ciencia y tecnología y educación superior.
Posteriormente el jefe de Estado intervino ante la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
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