El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, destacó este martes el rol jugado por el mandatario boliviano, Evo Morales, en la nueva Bolivia y la nueva Patria Grande que, dijo, estamos construyendo y ya no es patio trasero de nadie.
Al concluir su conversación privada con Morales y la firma de seis convenios, en su primera visita oficial a Ecuador, Correa subrayó la dignidad del primer presidente indígena de Suramérica, que recuperó para su pueblo los recursos naturales de su rico país.
Recordó que gran parte de la prosperidad de Europa se debe al brutal saqueo colonial que sufrieron países como Bolivia, de donde sacaron, sólo del cerro Potosí, 17 millones de kilogramos de plata y 60 mil kilogramos de oro con explotación inhumana de la población indígena.
Correa calificó de algo inaudito la prohibición del permiso de vuelo del avión del presidente Evo Morales sobre varios países de Europa, porque suponían que a bordo iba el ciudadano norteamericano y exempleado de la CIA Edward Snowden.
El espionaje masivo denunciado por Snowden viene de los países que nos quieren dar cátedra de derechos humanos, recalcó el mandatario ecuatoriano al definir el tiempo actual como de la hipocresía y la falsedad, y criticar cuanta doble moral existe en el mundo.
Snowden no tiene ninguna orden de captura internacional, aclaró, se trata sólo de la imposición de un país contra la soberanía de los otros, lo cual dijo ocurre cuando la justicia la impone el más fuerte.
Nadie tenía derecho a prohibir el sobrevuelo de ese avión presidencial boliviano, aún cuando a bordo estuviera el ciudadano Snowden, y peor aún la pretensión de revisarlo como quiso hacer el embajador de España en Austria.
Evo no debe sentirse agraviado sino enaltecido, porque enalteció a nuestra América con una respuesta tan digna y soberana, subrayó Correa.
Los que deben ser desagraviados, recalcó, son los pueblos europeos cuyos gobiernos, en lugar de defenderlos, se convirtieron en cómplices de ese hecho, y afirmó que Ecuador respaldará totalmente a Bolivia si decide aceptar o no las disculpas de esos países europeos.
La Nueva América ya no es colonia de nadie, ni patio trasero o vasallo de nadie, enfatizó tras criticar el poder mediático de Estados Unidos que usan contra quienes osan desafiar ese sistema.
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