Jesús Cejas Arias y Crescencio Galañena Hernández fueron asesinados en Argentina durante la última dictadura militar.
Los habitantes de Pinar del Río rendirán tributo a Jesús Cejas Arias, miembro del servicio diplomático de Cuba asesinado en Argentina durante la última dictadura militar (1976-1983), y cuyos restos fueron hallados en Buenos Aires.
El Palacio de esta ciudad se acondicionó para realizar las honras fúnebres tras la llegada de sus restos a Cuba, a 37 años del crimen.
Una peregrinación acompañará al féretro hasta el histórico panteón donde reposan los mártires del territorio, situado en las afueras de la urbe, precisaron organizadores del homenaje.
Cejas fue secuestrado el 9 de agosto de 1976 en el barrio porteño de Belgrano, junto con su compatriota Crescencio Galañena, ambos fueron mantenidos en cautiverio ilegal y sometidos a torturas en el centro clandestino de detención Automotores Orletti, sede del Plan Cóndor.
Su cadáver, al igual que el de su coterráneo, fue ocultado en un tambor metálico de 200 litros de capacidad y rellenado con cemento.
Pese a la infructuosa búsqueda y la ausencia de señales de vida, Rosa Arias no perdió nunca la esperanza de reencontrar a su hijo.
En su corazón de madre conservó esa ilusión, un deseo desesperado que la ha mantenido con fuerza y aliento aún a sus 83 años, declaró a Prensa Latina Teresa Cejas, hermana gemela de Jesús.
«El hecho de que no apareciera su cuerpo, ningún rastro, avivó ese sueño- agregó- así que ella prefirió creer que en algún momento regresaría, tratamos de prepararla para el peor de los desenlaces, pero nunca se está listo para recibir una noticia así, ni para despedir definitivamente a quienes amamos».
Nos llegaron distintas versiones de lo sucedido, que los habían sepultado entre los cimientos de un edificio en construcción, o en un tanque, se pensó también en la posibilidad de que los hubieran arrojado al mar o al río de La Plata, dijeron que lo torturaron, eran métodos comunes en países del continente en aquella época, pero no hubo nada definitivo hasta ahora, expresó.
La Operación o Plan Cóndor fue una maniobra de coordinación entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur de América con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos, durante las décadas de 1970 y 1980.
Es muy doloroso para la familia -confesó- saber que fue hallado en esas circunstancias, sepultado en el cemento, una crueldad sin par, le arrebataron el tiempo, Jesús no llegó a casarse ni dejó descendencia, la última novia que le conocimos vivía cerca de la casa en el pueblo de Río Feo, a ocho kilómetros de la ciudad de Pinar del Río.
El descubrimiento ocurrió en la localidad de Virreyes, provincia de Buenos Aires, en un sitio donde se realizaron con anterioridad excavaciones en busca de víctimas de la última dictadura en ese país suramericano.
En medio de tanto pesar nos reconforta saber que al menos logramos recuperar sus restos, gracias a los incesantes esfuerzos de los gobiernos cubano y argentino, y que podremos honrarlo en su tierra natal, enfatizó Teresita.
En la embajada de Cuba en esa nación se rindió tributo a Jesús Arias, asesinado con apenas 22 años.
Cuando encontraron el cadáver de Crescencio -recordó- fue una experiencia desgarradora para mamá, ahora vive un momento muy difícil, ha hablado con muy pocas personas y no ha podido ofrecer declaraciones a la prensa.
El Plan Cóndor fue comandando en Argentina por organizaciones como la Triple A, un grupo terrorista de extrema derecha, responsable por la muerte de artistas, intelectuales, guerrilleros, políticos de izquierda, estudiantes, historiadores y sindicalistas.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.