La presidenta de la Asociación Latinoamericana de Cooperación en Emergencias Médicas (Alaced), Marta Sandoya, destacó este miércoles en La Habana la labor de prevención que realiza Cuba ante situaciones de desastres.
En la isla -frecuentemente afectada por situaciones meteorológicas- se reportan muy pocas víctimas, y ello se debe al conocimiento adquirido y las estrategias preventivas que se aplican en momentos de riesgo, aseguró.
Los cubanos no esperan que ocurra el desastre para improvisar medidas, sino que se preparan para minimizar los daños, resaltó la experta, quien lleva dos años al frente de la Alaced, con sede en Panamá.
Esta organización fue fundada en La Habana en 2002, en un congreso de Urgencias, Emergencias y Cuidados Intensivos (URGRAV) y desde entonces ha tenido un avance extraordinario, manifestó Sandoya.
Resaltó también la colaboración que brinda la nación caribeña a otros países del mundo, por ejemplo Haití, la experiencia acumulada en esos temas, y la importancia de contar con los recursos humanos calificados.
Es meritorio el trabajo humanitario de los especialistas cubanos en otras partes del orbe, aseveró Sandoya, quien asiste al VI Congreso Internacional URGRAV 2013, inaugurado este miércoles en el Palacio de Convenciones de la Habana.
Por su parte, Cristina Luna, viceministra del Ministerio de Salud Pública, en las palabras de apertura del foro, hizo un recuento del desarrollo de los cuidados intensivos en Cuba, iniciados desde finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado.
Precisó que esos servicios comenzaron primero en la capital del país para la atención pediátrica, y con posterioridad se extendieron a instituciones de adultos, en otras provincias, hasta llevarlos a 64 hospitales.
Indicó que el modelo de medicina familiar, desarrollado desde 1984, contribuyó a armonizar la atención a las urgencias y emergencias y a su continuidad en todos los niveles, y se fortaleció desde 2005, con la creación de las áreas intensivas municipales, radicadas en policlínicos seleccionados para ello.
Expresó que la aprobación -en el año 2000- de la especialidad de Medicina Intensiva y Emergencia, ha facilitado la formación de recursos humanos, y asumir con mayor eficiencia el trabajo en esas unidades.
El evento, que finaliza el viernes, incluye al IV Congreso Internacional de Enfermería en Medicina Crítica y el III Foro de la Asociación Latinoamericana de Cooperación en Emergencias Médicas y Desastres.
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