La presentación de más de 300 enmiendas relacionadas con la seguridad en la frontera y los costos económicos reflejan la importancia de esos temas en las audiencias que realiza el Congreso estadounidense para aprobar una ley migratoria.
El presidente del comité Judicial del Senado, el demócrata Patrick Leahy, destacó en declaraciones que cita el diario en Internet Politico que la seguridad debe ser mejorada antes que los inmigrantes indocumentados puedan regularizar su situación legal.
En ese sentido anticipó para mañana jueves sesiones sobre varios aspectos medulares contemplados en la propuesta de más de 800 páginas elaborada por un panel bipartidista integrado por cuatro demócratas e igual número de republicanos.
Una serie de puntos sobre seguridad fronteriza deben cumplirse antes de que los 11 millones de inmigrantes indocumentados en el país puedan solicitar la condición legal y es probable que este sea uno de los temas más polémicos de toda la lucha de inmigración, indicó el parlamentario.
Según asesores legislativos hay aspectos como un plan operativo de seguridad fronteriza, la terminación de nuevas vallas fronterizas, el sistema «E-Verify» para permitir a los empleadores la verificación del estatus de ciudadanía de un empleado, que deben estar acordados ante de otros pasos de la reforma.
En ese sentido, el comité Judicial prepara varias audiencias, para acercar posiciones, mientras el tema de la reforma crea desacuerdos entre destacadas figuras republicanas, algunas con aspiraciones a correr por la candidatura del partido en las elecciones de 2016.
En la actualidad es de conocimiento público el enfrentamiento que sostienen abanderados del movimiento conservador Tea Party como el senador Marco Rubio y James DeMint, presidente de conservadora Heritage Foundation.
Rubio, un presidenciable entre los republicanos, apoya la reforma, pero busca que esta avance sin alienar a la base republicana.
DeMint, mientras, se opone a la modificación de las actuales normas aduciendo que el costo de este cambio se elevaría hasta los 6,3 billones de dólares y afectará a los estadounidenses, en contraposición a otros argumentos que plantean que una nueva ley ayudaría a la economía del país.
Según Politico, el choque Rubio-DeMint es el ejemplo más claro de la división en el Partido Republicano, entre los que creen que la reforma migratoria es algo que debe hacerse para ganar las elecciones nacionales y los que argumentan que la misma es una traición a los valores conservadores.
Por otra parte, el vicepresidente estadounidense Joseph Biden dijo hoy que es importante para el país aprobar una reforma de inmigración pero, aseguró, hay un montón de decisiones difíciles.
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