Escambray Periódico de Sancti Spíritus
Desde que el pasado 10 de junio saliera el escrito “El Víctor bueno y el Víctor malo”, una suerte de tregua en medio de la vorágine anti-32, pensé que ya nadie le iba a dedicar más palabras al controvertido manager de Matanzas y de Cuba.
Pero heme aquí, no sé si tratando de echarle más leña al fuego, o aprovechando este nuevo espacio que me dan las nuevas tecnologías para volcar lo que siento.
Mucho se ha escrito sobre Víctor desde que decidiera “atacar” al comentarista deportivo Oscar Castañeda, en una conferencia de prensa al término del segundo juego de semfinales entre Matanzas y Sancti Spíritus.
Lo cierto es que el director de los Cocodrilos y de la escuadra nacional continúa haciendo de las suyas en esta postemporada.
Ya no solo le molestan las preguntas en las conferencias de prensa (sobre todo cuando su equipo pierde y realizó alguna que otra jugada, cuando menos “cuestionable”); le estorba también la música en el estadio, cosa extraña si tenemos en cuenta que desde su tierra se trajeron de todo al Huelga: casi una grada completa de aficionados, congas, un “grupito musical” y hasta una sesión de santería semiclandestina.
Sexto juego entre ¿Gallos? y Cocodrilos, y desde la grada derecha se escucha: “Ismel amarillo”, “Aragón recoge el circo”, “Víctor está pa’ ti”, y otra serie de mensajes típicos de esta época beisbolera, todos amplificados desde bocinas matanceras en pleno desarrollo del juego, que para entonces no lo molestaron.
Lo del Sandino me pareció patético: su equipo ganando, su abridor, Jorge Alberto Martínez, dominando y aportándole otro juego en play off, y entonces, cuando todo sugería jugar pelota, las protestas, el llamado a la retirada de sus pupilos, la demora intencional para deslucir un espectáculo de millones.
Lo que más me preocupó no fue la pretensión de Víctor de querer callar al Sandino para reiniciar el juego –por lo visto quería convertir al estadio en un convento- sino la falta de autoridad para poner fin al episodio.
Yo sé que usted al Víctor que quiere ver es al bueno de Oscar Sánchez Serra, al que con una sonrisa de oreja a oreja se acompañó de dos mujeres para encabezar el anuncio de su tropa en el estadio santaclareño, al que brinca de la alegría cuando sus peloteros hacen las cosas como deben. Le juro que yo también quiero a ese Víctor.
Pelotero estrella, manager de las causas imposibles, ese es Víctor Mesa. Es bueno y es malo; donde nos equivocamos es en tratar de encontrar en él a un ciudadano común, porque Víctor es cualquier cosa menos eso.
Tomado del blog de la autora (www.cubaseballillustrated.wordpress.com)
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Escambray / ISSN 9664-1277
Ya nadie soporta a Victor, si no quiere responder no está obligado lo que sí tiene que hacerlo de una forma educada.
En ningún lugar del mundo es obligada la respuesta a un periodista, pero al menos adoptar una compostura de acuerdo al rango de la persona.
Pido disculpas, ya que si fue publicado.
Un abrazo al colectivo Escambray.
No alcanzo a entender porque no se publicó mi comentario sobre Víctor, cuyo contenido responde a la más estricta verdad y todo lo exprese con mucho respecto y omitiendo características que responden a la más absoluta verdad pero que, razonablemente, no deben ser publicadas.
No obstante, mi mayor respecto para el colectivo de dirección del periódico Escambray.
Saludos cordiales
esta bueno de soportar las payasadas de victor en cuba algunas cosas son obligadas impuestas a la fuerza y otras las dejan pasar hasta cuando hay que soportar a victor con sus payasadas y malcriadeses
Los mejor de Vìctor Mesa està por venir y les aseguro serà en un escenario internacional.No dudo que el Ministerio de Relaciones exteriores tenga que hasta emitir una nota ofreciendo disculpas o excusas por la patica que meta este señor que ya no tiene lìmites y lo peor es que no tiene frenos.Lo peor es que trata de resolverlo todo a la brava y con el respeto para los creyentes, sobre todo para los de fe, el tema de la santerìa es algo muy serio como para montar en un escenario ritual en un espectàculo beisbolero.Debilidades de la autoridades y de todos los responsables de la disciplina.Ahi radica la diferencia con el profesionalismo, es verdad que todo es dinero y mercantilismo pero no ocurren tantas chapucerìas ni se admiten tantas indisciplinas bajo el manto de la impunidad, a mi junicio lo peor que està pasando con la pelota en Cuba.Y lo peor del Papa ictor 32 fueron sus declaraciones sobre los pitcher de refuerzo,¿què falta de ètica? ahhh y no se asombren todos los comenatrios sobre Vìctos una parte de los periodistas de los medios nacionales se los imprimen y se los entregan.Eso tambièn se sabe, claro son los que estàn acostumbrados a viajar con el equipo cuba y no se someten a escribir una lìnea contra este por que saben que se quedan sin montar en el aviòn.
El que sea designado director de la seleccion nacional no debe dirigir ningun equipo de campeonato. Su labor es la de observar a todos los equipos para saber elegir despues quien debe ir en su criterio al equipo nacional.
Y por favor no me cansaré hasta que no lo vea que vuelva la selectiva de seis equipos para ver pelota de calidad y saber definir quien de verdad es bueno
Pienso que continuar hablando de Víctor es como llover sobre mojado, no obstante, quiero recordar que ese extraclase center fild que escribió muchísimos capítulos de Gloria dentro del equipo central y en el equipo Cuba, paradójicamente nunca dejo de ser prepotente y extremadamente grosero con el público y hasta con sus propios compañeros de equipos y anécdotas sobre este comportamiento existen para escribir un libro, pero en las circunstancias actuales no puedo dejar de decir que los maneger, la comisión técnica del País y varios organismos lo consintieron en exceso y sus groserías y por qué no decirlo, también sus monerías, las disfrazaban y las describían como gracias y como comportamientos normales y cuando dejo de ser pelotero, aun y cuando tenía los mismos defectos de carácter, de malcriado y caracterizarse por humillar a sus discípulos, varios comentaristas de la prensa radial, escrita y televisiva trabajaron por crear acerca de su persona y de la manera con que dirigía al equipo, como un director fuera de serie y con características excepcionales por la pimienta que impregnaba a los jugadores y por conducir los juegos con mucha versatilidad y una dinámica distinta y todo eso fue suficiente para presentarlo como el verdadero modelo de maneger y un verdadero ejemplo a seguir, sin tomar en consideración sus caprichos, su autosuficiencia, prepotencia, desfachatez, maltrato a los jugadores cuando no tenían un buen comportamiento en los partidos y sus inestimables ansias sin límite por alcanzar protagonismo y escalar posiciones y estos son factores, además de repudiables, incompatible con el papel y el verdadero desempeño que debe tener un director de un equipo a cualquier instancia y sencillamente ahora estamos pagando las consecuencia de toda una plataforma colmada de defectos en cargos y responsabilidades dirigiendo a equipos provinciales y al propio equipo Cuba.
No quiero hacer interminable mi escrito, aunque pudiera abordar un grupo más de características negativas que también posee esta persona, pero si quiero aprovechar para expresar que la selección del equipo que asistió al último clásico, me refiero a 1 ó 2 jugadores que no debieron quedar fuera y las derrotas que tuvimos en ese escenario tienen un solo responsable y ese lleva por nombre Víctor Mesa.
MARAVILLOSO COMENTARIO QUE NO SOLO POR ESCAMBRAY HA RECORRIDO EL MUNDO, TAMBIEN POR CUBADEBATE FELICIDADES. ADJUNTO APARECIDO EN VANGUARDIA SOBRE RAMON MORE
A distancia contemplo a Ramón Moré, el director del equipo de béisbol de Villa Clara. Jamás hemos cruzado una palabra. En su parquedad y «aparente» mesura, más allá del «Profe» que ahora le endilgan, lo considero un Maestro. Tiene a su haber el donaire de disciplinar, educar y pensar en el atributo martiano que sentencia «conocer es resolver» ante cualquier circunstancia. No existe mayor adversidad que un contrario, sobre todo, cuando se parte del respeto por el otro.
Tal vez la virtud ética la aprendiera el otrora jugador cifuentense cuando decidió de manera temporal dedicarse a enseñar niños, y a laborar como reparador técnico en ligas menores en las cuales «otros» no detienen la vista.
Mucho habló la prensa cuando tres años atrás tomó las riendas del equipo y hubo una «limpieza» de jugadores y técnicos que apostaron por los bajos rendimientos. Incluso, otros comentaron sobre «serios» problemas de indisciplina deportiva que atentó en la unidad del colectivo.
Pasó el tiempo y Moré y su actual equipo de dirección continuó vigilante por salir airosos en cada encuentro. El hombre se cultivó en medir a sus rivales, y ahí está «vivo» y coleando en la lucha por el cetro de la pelota cubana.
Cinco refuerzos, llegados a última hora para la postemporada, se encargan de decir a menudo que jamás han visto a un colectivo deportivo tan unido, batallador e incansable. A Moré, tampoco a sus directivos, se le observa reprimir a un jugador porque la estrategia táctico-técnica saliera mal. Conocen que las notas musicales «suenan» diferentes cuando se emplea la viola o el violín. Ahí reside el respeto entre unos y otros. En el dogout, en el camino al box, en una reclamación, o en el diálogo con un pelotero, da el consejo, y mantiene la parsimonia. Por dentro lleva el júbilo del que educa y enseña, del que se instruye con esas galas virtuosas que vienen prendadas de la gloria que «cabe en un grano de maíz», como sentenció Martí.
Eso es instruir desde la modestia y la sinceridad, y con frenos a cualquier irrespeto. Ayer domingo, Día de los Padres, durante el juego, contemplé cuando la cámara de Televisión captó el instante en que la mano negra de Moré acarició el tobillo del torpedero Manduley tras recibir un pelotazo. Allí estaba depositada la enseñanza, el dolor compartido, la preocupación del mentor ante una lesión mayor, y la ética de un maestro.
Esa manera de comportarse, de no exteriorizar inquietud y mostrar un rostro noble y hasta poco carismático, la corroboró Osvaldo Rojas Garay cuando en tres sencillas anécdotas describió al manager Ramón Moré en todas sus cualidades humanas y pedagógicas.
urquiola trabajo con el equipo de matanzas que en ese momento contaba con garlobo el único ausente ahora y llevo parte de su equipo de dirección para matanzas y no logro salir del 14 lugar después llego elosigue para trabajar con los pícher y la misma historia ahora el trabajo de VM lo quiere empanar los propio periodista porque el carácter de el no es compatible con los intereses de la prensa por dios lo que se le está pidiendo a este pueblo es resultado y eso lo ha logrado victor con disciplina y dedicación sin presionar a nadie si ese equipo estuviera presionado no estaría en lugar que está discutiendo el campeonato y con su propios peloteros ya que lo refuerzos no sirvieron en matanzas así que no más crítica y hagan preguntas mas sensatas,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,si fuera tan malo por que urquiola no llevo al equipo de matnzas al lugar que el lo ha llevado siendo el mismo equipo responsa eso periodista de provincia pues de ahi no saldra nunca
SEÑORES, QUE MÁS DECIR, TENEMOS 2 GRANDES EJEMPLOS DE EXCESO DE EGO, DE DESCORTESÍA, DE FALTA DE RESPETO, DE POCA HUMILDAD. RECIBAN LOS SIGUIENTES PREMIOS ESTOS 2 INSIGNES PELOTEROS:
PEOR DIRECTOR DE LA SERIE NACIONAL : VÍCTOR MESA
PEOR JUGADOR DE LA SERIE NACIONAL : ARIEL PESTANO