Desde que una madre portadora queda embarazada, se le da seguimiento diferenciado por el grupo provincial que incluye al ginecólogo, un pediatra y el clínico.
Aunque en la provincia espirituana ya ha nacido más de una docena de niños hijos de padres seropositivos o serodiscordantes, solo dos han contraído esa enfermedad gracias a la esmerada atención médica a las madres durante sus respectivos embarazos, al seguimiento mantenido por los especialistas con esos pequeños y al cuidado y la precaución de las familias involucradas.
La Doctora Tania Yero, diplomada en infectología pediátrica y quien se encarga de atender a estos menores en el Hospital Pediátrico del territorio, detalló a Escambray: “Desde que una madre portadora queda embarazada, se le da seguimiento diferenciado por el grupo provincial que incluye al ginecólogo, un pediatra y el clínico. A veces incluso si no cooperan o viven lejos las visitamos en el hogar y les damos preparación para asumir su gestación y para el niño que va a venir”.
¿Qué conducta se sigue después que llega el bebé?
Lo primero es realizarle análisis complementarios en los primeros días de nacido. Habitualmente los enviamos para La Habana y recibimos el resultado a través del Centro de Higiene y Epidemiología. Pero aunque el resultado sea positivo o negativo el tratamiento comienza con AZT (Zidovudina) desde el nacimiento y durante seis semanas.
A todos se les da seguimiento hasta los 18 meses y se mantienen los chequeos cada tres meses. Los que afortunadamente se encuentran sanos no se les pone más tratamiento. A los enfermos, las indicaciones dependen de cómo se encuentre su carga viral y los linfocitos, entre otros indicadores.
¿Hasta dónde resulta posible que los hijos de padres seropositivos o serodiscordantes nazcan con Sida y de qué factores depende?
Existe un 33 por ciento de posibilidades de que estos niños nazcan con el VIH. Es importante que durante el embarazo las futuras madres mantengan los niveles más indetectables posibles de la carga viral tomando los medicamentos indicados.
La transmisión de la enfermedad depende de varios factores, por ejemplo, si el niño se pone en contacto con los líquidos vaginales al pasar por el canal del parto, por esa razón generalmente se les practica una cesárea; también a través de la lactancia materna, que en estos casos se recomienda evitar; si el virus traspasa la placenta, lo cual ocurre en un menor porcentaje; o a través de una transfusión, en caso de que la embarazada la necesite.
¿Estos niños presentan alguna limitación concreta para su inserción en la sociedad?
No, ellos van a la escuela como todo niño, tienen amiguitos. El virus no se transmite por jugar o tomar agua, ni por compartir el espacio. El Sida se transmite por las relaciones sexuales desprotegidas, por una transfusión sanguínea o a través de otro hemoderivado, por la vía transplacentaria, o por una cortada con un objeto punzante que haya estado expuesto a uno de estos pacientes.
¿Cuáles resultan los riesgos más frecuentes para su salud y qué esperanza de vida se calcula?
La calidad de vida depende de su estado inmunológico, algunos nacen con otras enfermedades como alergias, cardiopatías. El pronóstico aún es reservado porque el tratamiento para el VIH solo lleva algunos años en ejecución, todavía es nuevo para la Medicina. Depende de la calidad de vida del paciente, de la forma en que se alimente y cumpla con los tratamientos, del modo a que se exponga a otras enfermedades. Los principales riesgos para su salud son una posible neumonía atípica -que les provoca una bacteria y puede poner en peligro su vida-, lesiones en la piel y en el sistema nervioso central. De por vida tienen que tomar tratamiento con tres antirretrovirales. Todavía no existe una cura, aunque se está trabajando, pero el resultado aún no ha llegado.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.