La delegación de la insurgencia colombiana que sostiene un diálogo de paz con el gobierno de su país presentó este lunes en La Habana propuestas sobre la política antidrogas, relacionadas con el cuarto punto de la agenda de las pláticas.
Los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) plantearon la necesidad de establecer una política antidrogas integral, desmilitarizada y dirigida al desmontaje de los grupos criminales y la persecución de los capitales involucrados en el proceso económico del narcotráfico.
Además, llamaron la atención sobre la “descriminalización de los pobres del campo”, el tratamiento del consumo de drogas psicoactivas como un problema de salud pública y la creación de condiciones para superar los usos ilícitos de los cultivos de coca, marihuana y amapola.
La sustitución de esos cultivos debe estar acompañada por programas de desarrollo alternativo y el reconocimiento de sus usos benéficos, agregaron.
Por último, destacaron la responsabilidad de los estados y los compromisos regionales en la implementación de una política antidrogas de carácter global.
Estas propuestas fueron formuladas con el objetivo de alcanzar una solución definitiva de la manera más justa y adecuada, destacó Pablo Catatumbo, miembro del grupo negociador de las FARC-EP, al leer el comunicado del grupo.
Ambas partes de la mesa de diálogo en La Habana alcanzaron a finales de mayo un primer acuerdo parcial sobre el tema agrario y otro a inicios de noviembre referido a la futura participación política del grupo armado y otras organizaciones tras el fin del conflicto.
El debate sobre las drogas ilícitas es el tercero en producirse tras un año de la instalación de la mesa de conversaciones en la capital cubana.
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