Fidel y Chávez: columnas de América

“Solo hay una cosa comparable al placer de hallar un amigo: el dolor de perderlo.”  José Martí Silencio. Solo el dolor que sacude y domina. Y los recuerdos de cada encuentro. Los libros, las páginas que ahora troquelan momentos imprescindibles: Fidel, como estratega; Chávez, el mariscal de campo. Dos hombres,

Fidel y Chávez.“Solo hay una cosa comparable al placer de hallar un amigo: el dolor de perderlo.”  José Martí

Silencio. Solo el dolor que sacude y domina. Y los recuerdos de cada encuentro. Los libros, las páginas que ahora troquelan momentos imprescindibles: Fidel, como estratega; Chávez, el mariscal de campo. Dos hombres, columnas ya indispensables de toda América. Iguales y diferentes. Quinientos años de compañía.

“¡Ay, Dios mío! Esto es como una novela de esas que escribe el Gabo, pero en vez de 500 años de soledad, nosotros tendremos 500 años de compañía. Fidel para mí es un padre, un compañero, un maestro. Algún día habrá qué escribir tantas cosas de todo esto que estamos viviendo. Se ha venido fraguando una relación tan profunda y tan espiritual. Ambos tendremos que agradecerle a la vida el habernos conocido”. *

Hugo Chávez escuchó hablar por primera vez de él con apenas ocho años por los amigos de parranda de su padre, cuando contaban de Fidel Castro, el barbudo de la guerrilla. Probablemente entonces nada tenían en común, ni siquiera las raíces: uno venía de padres hacendados, cuna opulenta en Birán, formación religiosa y académica, de una isla insignificante y necesitada; mientras que el niño mestizo de Sabaneta de Barinas ya vendía en el recreo dulce de frutabomba -allá conocido como “arañas de lechosa”-, para ayudar a sus padres maestros, a la abuela Doña Rosa, a la familia en una nación económicamente poderosa, donde luego se formó para la vida militar.

Sin embargo, como jóvenes al fin compartieron pasiones por la Historia, la cultura, los saberes, la escritura, el béisbol, la justicia. De generaciones distantes por casi tres décadas, también llegaron a las cumbres por diferentes senderos, uno precisó la guerra y el otro la conquistó desde la paz.

Se conocieron en diciembre de 1994 cuando el joven teniente coronel de paracaidistas Hugo Chávez visitó por primera vez a Cuba después de ser encarcelado por liderar la insurgencia que buscaba subvertir la desigualdad en un país donde el 60 por ciento de la población clasificaba en los estándares de pobreza.

Quizás por esa razón, Fidel lo esperó en el aeropuerto y conversaron durante horas, tiempo luego multiplicado en cada encuentro como si de antemano supieran que no les alcanzaría la vida para tantas definiciones desde el tronco y hacia las ramas, desde esa suerte de relevo histórico en el liderazgo de la izquierda Latinoamericana.

Los hechos se sucedieron como la luz y casi 20 años de amistad se forjaron sin protocolos ni encartonamiento, sino por empatía, respeto, altruismo, lealtad ética y sentido humanista. La colaboración, que comenzó por iniciativa del líder cubano con el envío de un contingente médico para socorrer a las víctimas de los deslaves en el estado de Vargas, se consolidó después y hoy suma más de un centenar de proyectos en diversas ramas.

Los analistas han subrayado que el pedestal de esos acuerdos se ubica en el acceso de Cuba a los Hidrocarburos -que disfrutan otros países del Caribe- en condiciones preferenciales, y la retribución de la isla con capital humano, con miles de colaboradores en las áreas de salud, deporte, cultura, quienes mucho han contribuido a fundar la inmensa obra social de la revolución bolivariana.

Pero Fidel y Chávez no ensamblaron por ataduras comerciales, ni siquiera por la salvación de dos naciones. Fidel y Chávez refundaron América como continuadores de Martí y Bolívar. Con carisma y elocuencia, unidos por el cordón umbilical de un antiimperialismo consecuente y sus conocidos desaires a los emperadores del Norte, juntos desbancaron el ALCA colonizadora por el ALBA solidaria.

Fidel inauguró en Latinoamérica la teoría y la práctica del socialismo. Chávez, en plena oscuridad neoliberal, reinstaló la actualización de ese proyecto como alternativa posible que abrazaron no pocos países de la región. Luego todos unidos, con Venezuela y Cuba en el epicentro, protagonizaron iniciativas integracionistas sin precedentes: desde Petrocaribe y el Banco del Sur hasta la Operación Milagro y la CELAC.

Como los grandes, desmontados de los altares y con total desenfado, también se gastaron bromas y hasta hubo trampas en un juego de pelota. Con su verbo campechano, Chávez contó cómo le tiró piedrecitas a Fidel por un tobillo para que acortara unos de sus extensos discursos y cómo salvó a más de un interlocutor de esa ansia preguntadora incansable.

“Fidel, precisamente aquí en el estado Bolívar, cumplió setenta y cinco. ¡Ah!, esa vez me tenía loco a preguntas. Él empezó a preguntar y a preguntar del tendido eléctrico, que lo inauguramos el día siguiente, cuánto valía un kilovatio, en cuánto salió construir cada torre, cuántos cables eran… Ahí le respondimos casi todas las preguntas. Pero cuando íbamos en el lago, navegando en la canoa, me dijo: Chávez, ¿qué velocidad tú crees que trae el agua allá en la cascada?’. Me dieron ganas de empujarlo al agua. ¿Qué voy yo a saber? ‘Pero calcula, echa un cálculo allí de cuando viene cayendo el agua, no es muy difícil, tú haces así y más o menos calculas. Calcula tú’, me dijo. Debe venir como a 300 kilómetros por hora y cuando está llegando abajo 350, respondí. Pero después me dice: ‘¿Y qué profundidad tendrá este lago?’. Tendrá como 15 metros, yo inventando. ‘¿Y la temperatura del agua?’. Bueno, no sé, chico, será como 20 grados. Entonces, mete el dedo en el agua y dice: ‘No, 17,5 grados’. ¡El colmo de los colmos!”. **

Jornadas maratónicas de conversación, llamadas telefónicas, cartas privadas y públicas, envío de emisarios, intercambio de regalos, de libros, de preocupaciones, definieron una amistad descrita por Fidel como indestructible. Colaboradores cercanos aseguran que nunca le vieron reír tanto a carcajadas como cuando lo visitaba el venezolano. A pesar de las diferencias, de probables límites y errores en sus políticas, cultivaron mitos propios en un planeta que ahora mismo se abre como colosal pregunta en medio de este zafarrancho de muerte.

Quiso el azar que, en cada momento, hasta sus enfermedades manejaran públicamente de forma recíproca. Dictadores populistas para un puñado de oligarcas perjudicados, resentidos, vanidosos. Hombres de pasiones, carismáticos, polémicos, audaces, populares para las multitudes que los aúpan.

En los apuntes que ya cabalgan de mano en mano, Hugo Chávez aparece como el gobernante que más visitó Cuba en toda su historia y de tanto abrazo reseñó más de un consejo útil de Fidel durante estos 14 años de mandato: “Une a tu pueblo, que no te lo dividan más, que no te lo confundan más”; “Es bueno que le digas a tus cuadros, al Partido, dile al Congreso que si la contrarrevolución logra arrebatarte a ti, sacarte a ti de ahí y arrebatarle al pueblo el poder, la persecución y el arrase será general. Ahí no van a perdonar a nadie”.

Moralejas vigentes más que nunca hoy cuando ambos completan por derecho propio la galería de los grandes patriotas de América; cuando parece cumplirse aquel deseo escrito del Comandante Presidente: “Fidel que está viendo todo, cada día es más sabio. Yo le dije: Oye, Fidel, ojalá que tú me sobrevivas, que vivas más que nosotros”. **

*Fragmentos de una de las respuestas de Hugo Chávez publicada en el libro Chávez nuestro, de Rosa Miriam Elizalde y Luis Báez.

**Fragmentos de las anécdotas contadas por Hugo Chávez en el reciente libro Cuentos del arañero.

Mary Luz Borrego

Texto de Mary Luz Borrego
Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas económicos. Ganadora de importantes premios en concursos nacionales de periodismo.

Comentario

  1. Justamente FIDEL Y CHAVEZ son las columnas de america pues con excelencia la reportera MARY LUZ BORREGO hubo de esbozar con gusto y claridad este reportaje perfectamente sustentado razones por las que no hubo de dejar cabo suelto pues fue muy creativa y original felicidades aunque nada es asombroso cuando sabemos y conocemos del pasado tenebroso del imperialismo norteamericano y servidumbres que por desgracia hubo de caer en las naciones LATINO AMERICANAS Y EL CARIBE como un antro de perdisiones que se conoce como imperialismo para arrastrar hacia las tinieblas nuestro continente completo para mantenerlo en la sombras junto a los descerebrados oligarcas y tras-nacionales que mediante sus negativas actitudes todos coinciden con la avaricia para avasallar a los pobres pero gracias que llego FIDEL CASTRO Y HUGO CHAVEZ y mando a parar el desorden en nuestras naciones de AMERICA que han logrado despertar de la pesadilla imperialista norteamericana por las cuales estamos sumidos en la oscuridad pero ahora la luz brillante de las ideas de FIDEL Y CHAVEZ que son las columna cimentada con fuertes pilares de la unidad y la paz de AMERICA y nos han distinguido y echo verdaderas personas consideradas pues nos han tomado como verdaderas familias pues el imperialismo solo quiere los ricos recursos naturales de toda la AMERICA. Lazaro izquierdo

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